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ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE EL ABASTECIMIENTO DE AGUA A CAESARAUGUSTA


José-Carlos Abadía © 1994 - 2001

TRAIANVS © 2001


Publicado por La Institución Fernando el Católico.

1995. Cuadernos de Aragón nº 23

 

Dedicado a la memoria de don Ramón de Pignatelli y Moncayo



A MODO DE PRÓLOGO

La razón que movió la curiosidad del autor sobre el tema fue: que, leyendo "Ingeniería Hidráulica Romana", del maestro de Ingenieros de Caminos don Carlos Fernández Casado, no encontró siquiera mención del abastecimiento de agua a Caesaraugusta. Y eso cuando se describían abastecimientos de múltiples poblaciones no sólo de España, sino de muchas otras provincias del Imperio.

Y es que, siendo numerosos los estudios sobre la Caesaraugusta romana, llama la atención la inexistencia de bibliografía sobre el tema, con la excepción que después veremos.

Este clamoroso silencio fue el acicate de mi curiosidad. Creo obligado poner a disposición de todos lo que pude averiguar.


I - PRELIMINARES


El protodocumento

El documento más antiguo conocido sobre conducción de agua en la Península Ibérica se grabó en bronce en Contrebia Belaisca. Se halló en 1979 en las excavaciones de esta ciudad celtíbera, en el yacimiento del Cabezo de las Minas, situado entre la Val de Zaforas y  la Huerva, cerca de Botorrita, a unos 18 km. al sur de Zaragoza.

El bronce mide 438 x 208 mm, y tiene incisa una inscripción en latín, dispuesta en veinte líneas. Estaba destinado, obviamente, a exhibirse en lugar público, a la vista de todos.

Recoge un laudo arbitral que el senatus contrebiensis hizo entre la ciudad vascona de Alaun (Alagón) y la ciudad ibera de Salduie (Zaragoza), en un contencioso a causa de la construcción de una nueva acequia. Contrebia falló a favor de Salduie.

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La República Romana, a través de su procónsul en la Hispania Citerior, Cayo Valerio Flacco, fue garante del laudo arbitral, que, detalle significativo, no fue redactado en ninguna de las lenguas de las tres etnias indígenas intervinientes, si no en latín.

El interés del documento es enorme, ya que  aporta valiosos datos inéditos sobre lingüística, sobre las etnias indígenas de España, sobre el derecho romano, sobre la política de penetración de Roma, etc. Es, en suma, un auténtico tesoro de información que, para colmo de felicidad, está datado. En efecto, su última línea dice así:

ACTVM CONTREBIAE BALAISCAE EIDIBVS MAIEIS L CORNELIO CN OCTAVIO CONSVLIBVS

Una traducción española sería:

"Actuando en Contrebia Belaisca, en los Idus de Mayo, siendo cónsules Lucio Cornelio (Cinna) y Ñeo Octavio". 

Esta datación equivale, en nuestro calendario gregoriano, al 15 de Mayo del año 87 a. de J.C.

En un Apéndice final incluimos el texto del bronce y una traducción española.


Los oasis lineales

Pero es que, además de los aspectos usualmente contemplados por los estudiosos hasta ahora, el bronce nos informa sobre problemas y soluciones de abastecimientos de agua.

En una región desértica por lo extraordinariamente seco y caluroso de sus veranos, como es la Estepa Central del valle del Ebro, el disponer de agua es cuestión de vida o muerte. La Estepa Central es una región que históricamente sólo ha podido poblarse en los oasis lineales que beben de sus ríos. Es éste un condicionante difícil de entender para quienes no lo viven.

"Olca", de donde derivan La Huerva, Las Huelgas, es una palabra céltica que significa "huerta", "vega", "tierra de labrantío". Así pues, ya los celtíberos aprovecharon ese río, la Huerva, para convertir en huerta los terrenos esteparios, mediante el regadío.


Las tres etnias intervinientes

La ciudad-estado vascona de Alaun, situada junto a la desembocadura del Salon (Jalón) en el Ebro, se abastecería del propio Jalón, puesto que no cabe pensar en que extrajera de forma masiva agua del Ebro, situado a inferior cota. No es de extrañar su oposición a que una ciudad como Salduie, ubicada a casi veinte kilómetros, se les llevase el agua del Jalón.

La ciudad-estado ibera de Salduie, por su parte, ocupaba en el río Olca (la Huerva) una posición homóloga  a la de Alaun en el Jalón, estando ambas ciudades próximas a las respectivas desembocaduras en el Ebro. Expresando esta ubicación en términos de riego, ambas ciudades eran coderas, es decir, estaban las últimas a la hora de regar; y ser codero es mala cosa en época de estiaje y de sequía, que  es precisamente cuando más precisa es el agua, y cuando más agua se consume.

La ciudad-estado celtíbera de Contrebia, finalmente, estaba, como Salduie, a orillas de la Huerva, pero aguas arriba. Parece obvio, por ello,  que Contrebia vería con buenos ojos que Salduie recibiese caudales adicionales, sin embargo de lo cual Alaun la aceptó como juez supuestamente neutral, aceptación a la que no  serían ajenos los manejos del procónsul[1]. El disponer de varias legiones le hace a uno muy persuasivo.



II - LA PRIMERA CAPTACION


El canal Alaun-Salduie: ¿acequia de riego o abastecimiento urbano?

Creemos que el canal Alaun-Salduie a que alude la tabula contrebiensis captaba agua del Jalón. En efecto, captar agua del Ebro presentaba dos graves inconvenientes: primeramente, la anchura del río; y además las imprevisibles y arrasadoras avenidas propias de una cuenca grandísima. Con frecuencia, las aguas comienzan a subir sin que llueva en Zaragoza, pues basta que haya lluvias fuertes en una parte relativamente pequeña de la cuenca.

El canal, pues, discurriría por la orilla sur del Ebro hasta llegar, pasando por Sosinesta, a territorio de la ciudad-estado de Salduie.

Sosinesta podría buscarse en el término municipal de La Joyosa, o en el de Pinseque, o tal vez a lo largo del curiosísimo corredor del término municipal de Zaragoza que, desde el zaragozano barrio de Casetas, se extiende hasta el mismísimo Azud de La Almozara.

Recordando la afirmación de Plinio, hasta ahora adoptada con reservas, en cuanto a la ubicación de Salduie: "Caesaraugusta colonia inmunis amne Ibero adfusa ubi oppidum antea vocabatur Salduba, regionis Sedetaniae-.

Se plantea, una vez más, el interrogante: ¿Dónde se ubicó exactamente Salduie?[2]

El plano de Zaragoza en 1899, por Dionisio Casañal y Zapatero , muestra las curvas de nivel de todo el casco urbano.

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Obviamente, el nivel del suelo habrá variado durante los dos últimos milenios. Pero postulamos que, en líneas generales, allí donde en 1899 las curvas de nivel señalan la existencia de una val o de un cabezo, reflejan una val antigua, muy probablemente más profunda, o un cabezo, muy probablemente más elevado. Es decir, que la acción del tiempo o de los hombres tiende, en líneas generales, a dulcificar el relieve natural, sin conseguir, a menudo, borrarlo totalmente.

Ignoramos cuál sería el perímetro amurallado de la Salduie prerromana, y en qué punto de dicho perímetro incidiría el canal Alaun-Salduie, si es que se concluyó. Pero esta figura muestra que la Plaza de la Magdalena, las calles Carrillo, Gavín y la desaparecida de Garro (que discurría más o menos por la actual Calle del Boterón), delimitan, junto con las murallas del Convento de las Canonesas del Santo Sepulcro, y la desaparecida Universidad de Pedro Cerbuna, un perímetro en forma de almendra en el que se podría buscar la ciudad ibera de Salduie o, tal vez, su acrópolis; en definitiva, el  oppidum de Salduie a que alude Plinio.

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Las curvas de nivel evidencian que dicha "almendra" estaría separada del espacio que se extiende hasta La Seo por una val que bajaba hacia el Ebro y cuyo curso coincide con las calles Gavín y Garro. El borde norte de dicho perímetro figura en el precitado plano de Casañal por debajo de la cota 200 y, por tanto, hoy (1994) podríamos hacer llegar a él, por gravedad, el agua del Jalón que todavía nos trae hasta La Aljafería la Acequia de La Almozara.


Hipótesis que se plantean a partir de los párrafos anteriores

Ignoramos el trazado del canal Alaun-Salduie. Ignoramos si fue terminado y, en caso afirmativo, cuándo. Pero sabemos que del Azud de La Almozara, en el bajo Jalón, arranca, aún hoy, la mencionada Acequia de La Almozara, la cual llega, tras unos 18 km de recorrido, hasta el mismísimo Alcázar de La Aljafería.

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Trazado de la Acequia de La Almozara, desde su captación en el Azud del río Jalón (cota aprox. 224) hasta La Aljafería:


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Hipótesis 1ª: Probablemente el bronce latino de Contrebia nos informe de la fecha en que se inició la construcción de la Acequia de La Almozara que, entonces, naturalmente, no se llamaría así. El hecho de que las palabras "azud", "acequia" y "almozara" sean árabes no demuestra necesariamente que fueran árabes los primeros constructores.

O, dicho de otro modo: El canal Alaun-Salduie existe hoy en día, está en servicio y goza de buena salud. No pudo tener un trazado muy diferente del que hoy tiene la Acequia de la Almozara.

Y Alaun se opondría a la construcción del nuevo canal porque éste captaba agua del Jalón, mermando el caudal disponible. Oposición bastante razonable, por otra parte.


Hipótesis 2ª: El canal sirvió agua del Jalón por gravedad a la "almendra" arriba descrita.

En todo caso, estas hipótesis sólo podrían confirmarse con pruebas documentales o arqueológicas adicionales.


El agua del Jalón llegó a la Çaragoça medieval

Sabemos que, aguas abajo del Azud de La Almozara, existe aún hoy, también en el Jalón, la captación de la Acequia de Centén. Y que, ya en 1179, el rey de Aragón Alfonso II donaba  a la Orden del Temple en la ciudad de Zaragoza "un solar edificable lindante con la Zuda y con la Acequia de Centén, que iba a Zaragoza", con la condición de atender a la limpieza y conservación de dicha acequia.

Este documento prueba que el agua del Jalón pudo llegar y, de hecho, llegó por la Acequia de Centén hasta el perímetro romano  amurallado, al menos a su borde occidental. Y la Acequia de La Almozara discurre a cota superior a la Acequia de Centén.

  

Salduie, protegida de Roma, y la Colonia Caesaraugusta

Alaun, que se oponía, de entrada, al canal, acabó aceptándolo tras el laudo arbitral. Grande debía ser el interés del procónsul en beneficiar a Salduie, ciudad amiga y aliada[3]; andando el tiempo, Augusto elegiría Salduie para, transformada y engrandecida, y ya como Colonia Caesaraugusta, ser la punta de lanza de la penetración romana en el Valle del Ebro. Sucedía así en este papel a la Colonia Celsa, situada también junto al Ebro, pero a unos 50 km aguas abajo de Salduie, y en la orilla izquierda.

Fue Agusto, el primer emperador, quien fundó la colonia, en terrenos de Salduie. No hubo destrucción de Salduie, sino que la colonia se superpuso o, más bien, se adosó a la ciudad ibera: en efecto, Estrabón dice  en su obra "Geografía" (III, 2, 15): "Las ciudades que se fundan en la actualidad (Estrabón fue contemporáneo de Augusto, al que sobrevivió unos diez años), como Pax Augusta (Beja, en Portugal) entre los celtas, Emerita Augusta (Mérida) entre los túrdulos, Caesaraugusta (Zaragoza) en territorio celtíbero (hoy se cree que Salduie fue ibera)[4], muestran a las claras la evolución de dichas constituciones; todos los iberos que han adoptado este modo de ser (convertirse en latinos y recibir colonos romanos) son llamados togados, y entre éstos se cuentan incluso los celtíberos, que en un tiempo fueron tenidos por los más fieros de todos".

El recinto amurallado de la Colonia Caesaraugusta (60 Has.) fue el mayor de Hispania, superando a Emerita Augusta (49 Has.), Lucus (34), Uxama (28), Pompaelo (19), Barcino (12), Gerunda (6), Toletum (5), etc. Ello se explicaría por la necesidad de dejar espacio, dentro del recinto, para la preexistente ciudad aliada de Salduie.

El recinto amurallado romano viene delimitado por el Coso, el Paseo de Echegaray y Caballero y la Calle Cerdán, hoy absorbida por un tramo de la Avenida César Augusto. Adosado a él por el oeste, y delimitado por la calle Conde de Aranda y los paseos de María Agustín y de Echegaray y Caballero, el barrio de San Pablo surgió en el Medievo en torno a la ermita de San Blas  a partir del momento en que el rey de Aragón Jaime I permitió construir casas en la Huerta del Rey. Esta Huerta del Rey se regaría con agua del Jalón, traída por las acequias antes mencionadas.

Volviendo al recinto romano, las excavaciones detectan niveles prerromanos en la "almendra" antedicha y en sus proximidades. Las excavaciones han determinado también la existencia de una cloaca bajo la Calle Mayor: pues bien, dicha cloaca recogería todas las escorrentías del cuadrante suroriental del recinto amurallado, enviándolas a la Huerva y evitando que contaminaran el cuadrante nororiental, en el que estaría ubicada Salduie.



III - LA SEGUNDA CAPTACION: ASPECTOS TECNICOS


La conducción en el s. XVIII

El plano de Zaragoza, hecho por Carlos Casanova en 1796, presenta un jardín lineal, paralelo a la Huerva, que llega hasta el caserío urbano por la parte de la huerta de Santa Engracia. Dicha huerta se urbanizó con motivo de la Exposición Hispano-Francesa de 1908, constituyendo hoy (1993) la Plaza de los Sitios y calles aledañas. La iglesia de Santa Engracia, hoy basílica, continúa abierta al culto.

Como por aquellas fechas ya funcionaba el Canal Imperial de Aragón, de él procedería el agua que regaba esos jardines. En efecto, está documentado que el Canal Imperial de Aragón asumió, por orden de Pignatelli, el abastecimiento de todas las acequias que, como la de La Romareda, quedaban aguas abajo del mismo.


La conducción en la época romana

Pero anteriormente, incluso desde la época romana, podría muy bien correr por ahí mismo el agua captada en la Huerva, aguas arriba del Ojo del Canal. (El Ojo del Canal fue construido por Pignatelli en el cruce del Canal Imperial de Aragón con la Huerva que, en ese punto, discurre en garganta. Consta de un acueducto de piedra de sillería, y de un solo ojo, de unos 20 m. de luz y unos 35 m. de altura; y de una almenara, con sus compuertas y su descenso en escalera, para desaguar a voluntad el canal hacia el río). Y esto sin recurrir a acueductos, sino discurriendo sobre el terreno por simple gravedad, dada la cota de la Huerva con respecto a Zaragoza. En efecto, el curso del río corta  a la línea de cota 300 a la altura de Cadrete, localidad situada a unos 12 km aguas arriba de Zaragoza.


Presas en la Huerva

El problema de abastecerse  de la Huerva no estriba en la cota, que ya vemos es ampliamente suficiente, sino en lo escaso y, sobre todo, lo irregular, de su caudal.

En Muel, unos 7 km aguas arriba de donde estuvo Contrebia Belaisca, existe aún hoy una antigua presa cuyo vaso ha sufrido total aterramiento. Sobre éste se extiende hoy la Huerta Alta de Muel. Aceptándose de modo general la paternidad romana de la presa, nada se ha aclarado sobre la fecha de construcción. ¿Estaría relacionada con el abastecimiento de agua a Contrebia Belaisca?

Las Cortes de Aragón, reinando Carlos II, acordaron promover la construcción de una presa en la Huerva, en el Estrecho de Marimarta. Dicha presa se concluyó en 1730, viniéndose abajo sin riada alguna en 1766. Hoy, en 1993, sigue en servicio un nuevo embalse concluido en 1904 en el mismo sitio: aún se aprecian los restos de los estribos de la presa antigua.

Entre Cuarte de Huerva y la urbanización Las Abdulas se conservan los restos de un azud de captación. ("Las Abdulas" es deformación del auténtico nombre del paraje: Las Adulas, que, en árabe, significa "los períodos", y se aplica a fincas que se riegan por ador[5], o a pastos utilizados por turno por varios ganaderos. Como vemos, el topónimo alude, una vez más, a regadíos.) Este azud dejó de ser necesario cuando el Canal Imperial de Aragón asumió la alimentación de las acequias que partían de la Huerva, por orden de Pignatelli.

 (El día 14 de Octubre de 1784 llegaron las aguas del Canal Imperial de Aragón a Casablanca, cruzando después la Huerva por un acueducto provisional de madera. Al día siguiente, viernes 15 de Octubre, por decisión de Pignatelli, las aguas fueron lanzadas hacia la ciudad, discurriendo por la Puerta del Carmen, Azoque y Mercado, hasta el Ebro. Y hubo gran fiesta en la ciudad de Zaragoza).


Aterramientos en las presas

El destino inexorable de todo embalse, sobre todo de los construidos en regiones desérticas en las que se producen, de tarde en tarde, lluvias devastadoras, es acabar llenándose de tierra.

La velocidad del proceso es sorprendente. La actual presa de Mezalocha, sobre la Huerva, fue recrecida. Concluido el recrecimiento en 1943, se determinó la nueva capacidad del embalse, comprobándose que era inferior a la que tenía en 1904, lo que da idea de la gravedad del fenómeno de aterramiento producido sólo en cuarenta años.

No es, pues, anómalo que presas romanas como la mencionada de Muel, y la de Almonacid de la Cuba, sobre el río Aguas Vivas, cerca de Belchite, estén desde hace muchísimos años completamente llenas de tierra.


La presa de al-Monastir y la Colonia Celsa

En el libro sobre la presa de Almonacid de la Cuba se explica cómo el verdadero nombre árabe fue siempre al-Monastir. Pero nada se dice de la función de esa enorme obra de ingeniería. ¿Podría relacionarse con el abastecimiento de agua a la Colonia Celsa? Una captación del Ebro que llegara, por gravedad y por su orilla izquierda, a la Colonia Celsa (eras de Velilla), tendría que arrancar de muchos kilómetros aguas arriba. ¿Pudo discurrir un sifón sobre el puente de Celsa que menciona Estrabón, conduciendo agua del Aguas Vivas desde la orilla derecha?.


Conclusión

Por su ubicación, Salduie tuvo necesariamente que abastecerse originariamente de la Huerva. Y ésta que aquí llamamos la segunda captación, forzosamente hubo de ser la más antigua. Probablemente se ampliara y mejorara en diversas épocas.



IV - LA TERCERA CAPTACIÓN


Un manuscrito inédito

Un manuscrito inédito[6], de comienzos del s. XIX, adquirido en 1935 por la Universidad de Oviedo, sacado del olvido en 1988 por Ana Vázquez de la Cueva e Ignacio González Tascón, nos informa del hallazgo de unas cañerías de plomo.


Las grandes cañerías de plomo

En agosto de 1804 y septiembre de 1805 se encontraron cinco   grandes cañerías de plomo en el lecho del Ebro,  junto a la cuarta arcada del Puente de Piedra. Sus longitudes, en metros, eran de 4.75, 3.61, 2.85, 2.85 y 2.85: en total, 17.91 m. El espesor de las paredes era de 10.3 mm., y el diámetro interior, de 379 mm.


El primer tubo consta, a su vez, de tres tubos soldados entre sí: uno, de 2.85 m., otro de 1.52 m., y un tercero, de 0.38 m. El fragmento de 1.52 m. lleva inscrito:

VERNA.CCSF,

ARTEMAS C.C.SF

M. IUL. ANTONIANI. AED

interpretado como "Verna colonorum coloniae servus fecit", o sea, "Hízolo Verna, siervo de los colonos de la colonia"; "Artemas, colonorum coloniae servus fecit"; y "M. Julii Antoniani, edil."

El fragmento de 2.85 m. lleva las mismas marcas, pero tres veces (una de ellas, invertida) la del edil, dos la de Artemas y una la de Verna. Verna designa a los esclavos hijos de esclavos.


El segundo  tubo lleva la inscripción POMP. NICO.


El tercer tubo, POMP. NICO y, sobre la soldadura, MART.


En el cuarto tubo se lee EVRINVS.F. y, a continuación, las iniciales QDL. Se conoce un Quintus Decius Valerianus que, el año 238, fue legado ( de ahí la tercera inicial, "L" ) en la provincia Tarraconense, durante el imperio en Britania, Galia e Hispania del emperador Maximino el Tracio (235-238). Anteriormente, después del 234 y hasta el 238, había sido gobernador de la Tarraconense.


En el quinto tubo reaparece el nombre de M. JUL. ANTONIANI AED. y, transversalmente, VV.

El peso de cada tubo de longitud 2.85 m., equivalente a 10 pies romanos, era de 394 kg. Cabe recordar aquí que Vitrubio, Libro VIII, capítulo 7º, "De las diversas maneras de conducir las aguas", establece en diez pies la longitud mínima de cada tubo de plomo.

Su excelente estado, sin desgastes ni rozaduras, excluía que hubieran sido arrastrados hasta allí por la corriente: debieron quedar donde fueron arrojados.


Los sitios de Zaragoza

Tres años después de este hallazgo, las tropas francesas intentaron apoderarse de Zaragoza, fracasando en un primer asedio (1808) y lográndolo al segundo (Dic 1808 a feb 1809), que dio lugar a combates muy sangrientos.

En tan críticas circunstancias, el hallazgo de las cañerías de plomo quedó  olvidado. En cuanto a las cañerías, han desaparecido. Se sospecha que pudieron haberse fundido para hacer balas durante la encarnizada defensa de la ciudad.


Caesaraugusta, saqueada y arrasada

Ahora bien; se cree que, a causa de una de las dos terribles invasiones de francos y alamanos, de hacia los años 260-264 la primera, (cuando Póstumo usurpaba el poder en la Galia y en Hispania, o sea, desde el 259 al 267); y del año 276 la segunda, suponen algunos que el Puente de Piedra fue cortado, abandonando los terrenos de la orilla izquierda a los depredadores.

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Los sillares pudieron ser reutilizados en el reforzamiento de las murallas[7], lo que no impidió que Caesaraugusta fuera saqueada y arrasada. Igual suerte corrieron, dentro de la provincia Tarraconense, las ciudades de Tarraco, Ilerda, Bilbilis y Calagurris. Consta que, entrado el s. IV, todas ellas seguían aún en ruinas.

Las cañerías pudieron muy bien haber estado tendidas en el puente para pasar agua potable de una orilla a otra. Luego veremos de cuál a cuál.


Caudal que pudieron conducir las cañerías de 379 mm.

El caudal depende de la sección, que nos es conocida, y de la velocidad, sobre la que sólo podemos conjeturar.

Estableceremos el siguiente cuadro:

Diámetro D = 0.379 m; Sección S = 0.13 m2.

Velocidad del agua

m/seg

Caudal

m3/seg

Volumen diario

m3

0.5

0.07

5.616

1.0

0.13

11.232

1.25

0.16

14.040

1.5

0.20

16.848


Eligiendo como razonable la velocidad de 1.25 m/s, y supuesta una población de 20.000 habitantes, tendríamos una dotación por habitante y día de unos 700 litros. Hoy en día, los abastecimientos rurales se calculan con 250 litros por habitante y día. La Roma imperial llegó a tener unos mil litros por habitante y día.


El abastecimiento procedería del Rabal

Dicho todo lo anterior, queda de manifiesto que: 1º El diámetro de las tuberías era suficiente para abastecer a toda la ciudad, y 2º: Era demasiado grande para abastecer las escasas edificaciones que había en el Rabal.

Por consiguiente, no queda más remedio que postular que las cañerías encontradas abastecían, desde el Rabal, a la totalidad o a parte del recinto amurallado.


Verosimilitud de la hipótesis del sifón

Cualquiera que conozca Zaragoza sabrá que la orilla izquierda del Ebro es mucho más baja que la orilla derecha. Debido a ello, partiendo el Puente de Piedra de la cota a la que está la calle en esa orilla derecha, llega a la opuesta bastante más alto que el terreno natural, por lo que existe desde siempre una rampa bastante pronunciada para bajar hasta dicho terreno natural. Ello hace necesario un gran muro adosado al estribo del Puente de Piedra para contener, lado río, el terraplén sobre el que discurre la rampa a la que antes aludíamos.

Resulta evidente  que un abastecimiento procedente del Rabal que dominase todo el perímetro amurallado debería cumplir dos condiciones indispensables:

1º Captar el agua del Gállego de modo que una conducción por gravedad alcanzase el Rabal por encima de la cota 206 - 2 (la cota de la Puerta Cinegia, según Casañal, minorada en los aproximadamente 2 m. de profundidad a que aparece en esa zona el estrato romano).

2º Iniciar el sifón, como mínimo, a esa cota, incrementada en la pérdida de carga que el sifón produjese (y que depende, entre otras variables, de la velocidad del agua y de la rugosidad interna de la tubería), descender hasta el extremo norte de la rampa de acceso al Puente de Piedra y, a partir de ese punto, iniciar el ascenso hasta lo alto del puente, cruzar sobre él el río Ebro y proseguir subiendo hasta la Puerta Cinegia. Con ello, el Puente de Piedra romano sería a la vez puente y acueducto. 


Trazado de la Acequia del Rabal

Sin que sepamos quién la hizo ni cuándo, está hoy en servicio una traída de aguas del río Gállego hasta el inicio del hipotético sifón: En efecto, en el río Gállego, hacia la cota 250, a unos 18 km. aguas arriba de Zaragoza, existe el Azud y Torre del Rabal, de donde arranca la Acequia del Rabal.

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A unos 3 km. de Zaragoza, la acequia, que hasta entonces discurre sensiblemente paralela al Gállego, describe un brusco giro de 90 grados hacia el oeste, y se dirige a Juslibol.


Trazado de la Acequia Codera de Rabal

Inmediatamente después del quiebro, hacia la cota 215, arrancaba hasta hace poco un brazal de derivación llamado Acequia Codera de Rabal que descendía, con acusada pendiente, paralelo al camino de los Molinos. (Quedan hoy -1994- en el Camino de los Molinos  múltiples edificaciones que recuerdan, en sus nombres, haber sido antiguos molinos).

Después, ya con más suave pendiente, seguía por el lado occidental de la calle de San Juan de la Peña, enfilando directamente el terraplén de acceso al Puente de Piedra. Las recientes remodelaciones urbanas han hecho desaparecer en toda su longitud - excepto vestigios - la Acequia Codera de Rabal. Pero en los planos de 1957, por ejemplo, se señala con toda claridad.

En el plano de Zaragoza en 1899, de Dionisio Casañal y Zapatero, se muestra claramente el tramo inferior de dicha acequia, su punto de cruce bajo la calle Sobrarbe y los abrevaderos al sur de la Estación de las líneas de Barcelona y Pamplona (después llamada del Norte o del "Arrabal-, y hoy -1994- desaparecida ).

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Para las locomotoras de vapor se captaba agua de esa acequia, procedente del Gállego, de mejor calidad que la del Ebro, sin embargo, muy próximo.

Evitando la rampa de acceso al Puente de Piedra, la acequia continuaba por el lado sur de la Calle Jesús, y desaguaba en el Ebro entre el molino de aceite - después cuartel de la Guardia Civil, hoy desmantelado - y la torre de Funes.

Pues bien: una hipotética conducción forzada de época romana  debería seguir itinerario similar al de la Acequia Codera de Rabal hasta su cruce hacia la estación de ferrocarril.


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Conclusión

La existencia de la Acequia del Rabal, que llega a Zaragoza a una cota excesiva si lo que se pretendía era meramente regar la huerta, pero a la cota justa si lo que se pretendía era alimentar un sifón constituye una verdadera  "prueba del nueve": el sifón era y sigue siendo hoy (1994) técnicamente posible: podríamos reconstruirlo y llevar hasta la Puerta Cinegia el agua del río Gállego que conduce la Acequia del Rabal.


Comentarios a algunas hipótesis

Se ha sugerido que la captación estaría en la Acequia Urdana, sin considerar que esta acequia  discurre por la orilla oriental del río Gállego, el cual habría de cruzar para poder llegar hasta el Puente de Piedra. Además, arranca del Azud de Urdán, situado aproximadamente a la cota 222, aguas abajo del Azud del Rabal, del que parte la Acequia del Rabal.

También se ha aducido como prueba a favor de la solución en sifón la existencia de un acueducto sobre el Ebro que pasaba aguas del Rabal, a la altura del Camino del Vado, hasta Las Fuentes, es decir, a la orilla derecha del Ebro, al oriente de la desembocadura de la Huerva. Dicho acueducto se refleja en el plano de Carlos Casanova de 1796, pero era una conducción por gravedad, y a una cota que apenas dominaba una pequeña extensión de huerta, codera de la Huerva. Fue desmantelado cuando el Canal Imperial de Aragón suministró caudales suficientes a ese lado del Ebro.


El Puente de Piedra y el tercer abastecimiento de Caesaraugusta

Dicho lo anterior, y dado el peso y características de las grandes cañerías de plomo, que nunca podrían funcionar sobre un puente de tablas, forzoso es, pues, postular la existencia de un puente de piedra romano, del que no se han identificado restos.

El puente actual estaba a punto de concluirse durante el reinado de Alfonso V el Magnánimo. El historiador Jerónimo Zurita (1512-1580), dice de él "que era el más señalado y suntuoso edificio de estos reynos"; y se queda corto, pues el Puente de Piedra fue la mayor obra pública civil emprendida durante toda la Edad Media en la Península Ibérica.

Pero muchos autores opinan  que es inconcebible que Roma creara una colonia como Caesaraugusta, en la que convergía una importantísima red de vías, sin dotarla de un puente sobre el Ebro. Sobre este puente pasarían las cañerías del sifón romano. Y sobre sus cimientos, aproximadamente, se alzaría el puente medieval.

Cabe decir, a este respecto, a modo de digresión, que la peculiar "roca" sobre la que se alza el muro de sillares contiguo al Pozo de San Lázaro es la única roca contigua al Ebro en un radio de más de cien kilómetros ¿No se tratará de la argamasa romana del estribo norte del puente? En efecto: si el puente romano fuese a parar ahí, unos metros aguas abajo del actual, quedaría perfectamente enfilado con la calle Sobrarbe (desarrollada a ambos lados de la vía de Caesaraugusta ad Beneharnum), condición que, curiosamente, no cumple el actual  puente.


Agua del Pirineo para Zaragoza

Pero volvamos al abastecimiento, postulando una tercera captación, esta vez del Gállego, y en sifón. Dicha captación estaría justificada por la mejor calidad y abundancia del agua del pirenaico río Gállego, en comparación con la Huerva y el Jalón.

Por otra parte, la mayor complejidad del sistema abogaría a favor de una datación tardía del sifón. Si las iniciales QDL correspondieran al personaje mencionado más arriba, al menos una de las cañerías podría datarse entre el año 234 y el 238. Y esas cañerías no hubieran podido funcionar sin estar ya en servicio antepasados directos de los actuales Azud y Acequia del Rabal, así como del actual Puente de Piedra.

La forma y dimensiones de los sillares de piedra del Azud de Rabal son característicos de la época romana. Nunca antes ni después de esa época se fabricaron sillares como esos en Zaragoza.


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V - LA DISTRIBUCIÓN


El depósito o depósitos reguladores

Sea de esto lo que fuere, es indudable que, puesto que hubo cañerías, tuvo que haber depósito al que desembocaran, y del que partieran las conducciones de distribución.

La ubicación de ese depósito o depósitos nos es, hoy por hoy, desconocida.


La laguna de San Felipe

En la Plaza de San Felipe hubo, durante la Edad Media, una laguna. Ahora bien, las calles del Temple, de Candalija, y los dos tramos de la calle Torrenueva, se alejan de la Plaza de San Felipe bajando y dejándola en alto. Notable laguna urbana es ésa que se forma en lo alto de un montículo ¿Cabría buscar allí los restos de un depósito regulador?

Por gravedad puede el agua de la Huerva acceder a la Plaza de San Felipe, y desde allí distribuirse - si hemos de creer a las curvas de nivel del plano de 1899 - a la mitad occidental del cuadrante suroccidental del perímetro amurallado. Dicho hipotético depósito quedaría dentro de la cota 204 de 1899 (plano de Dionisio Casañal).

Fue a cimentarse precisamente allí, y parcialmente, la Torre Nueva: no es extraño que se inclinara.


La Puerta Cinegia

Como adelantábamos más arriba, otro punto lógico de ubicación de un depósito para la Segunda Captación, la de la Huerva, o la Tercera Captación, la del Gállego, serían las proximidades de la Puerta Cinegia.  Habría que buscar ese depósito en las bodegas de las casas aledañas a la actual Calle de los Mártires, o, de la intersección de Cuatro de Agosto con Libertad, donde es posible se compartimentara para servir de bodega (o, como se decía tradicionalmente, "caño"), a los edificios construídos sobre él.


Dos termas

Se han hallado restos de termas romanas, hasta ahora,  en dos puntos del perímetro amurallado de la ciudad romana: la calle de Ossau, próxima a la Puerta Cinegia, y la calle de San Juan y San Pedro. Las termas no pueden funcionar sin abundante agua, pero no se han publicado, hasta ahora, hallazgos de conducción alguna, relacionada con ellas.

Una línea recta que bajara desde la Puerta  Cinegia hasta el foro de la Plaza de la Seo quedaría próxima a ambas termas, dejando una a su derecha y otra a su izquierda.


Baños de la época árabe

Citados en un documento del rey de Aragón Jaime I, datado en 1266. Descritos por diversos autores, por ejemplo, Enciclopedia Universal Ilustrada, de editorial Espasa-Calpe[8], o Guía Histórico-Artística de Zaragoza[9]. Se ubican en el Coso Bajo, en los sótanos de la antigua casa de Asensio, hoy Coso 126-132, y sus capiteles de sabor bizantino traen recuerdos del aljibe de las Mil Columnas en Constantinopla

¿Podría tratarse de una cisterna romana reutilizada posteriormente como baño, y que recibiera aguas de la Huerva?


El Palacio de Augusto y el Alcázar de la Zuda

Fray Diego Murillo escribía en 1616: "Tiene una iglesia la religion de San Juan (a mas de la del Temple) llamada comunmente San Juan de los Panetes, por razon de unos panecillos pequeños que se suelen allí repartir.

Esta iglesia esta contigua al palacio donde reside el Castellan de Amposta, que es una dignidad grave de la religion de San Juan. Fue en un tiempo este palacio uno de los principales castillos que hizo Octaviano Augusto cuando reedifico los muros de la ciudad, y despues fue palacio de los Reyes Moros, que le llamaron Azuda, donde tambien residieron los reyes cristianos, los cuales lo dieron a los Templarios y, cuando se acabaron estos, fue entregado a los caballeros de la religion de San Juan[10], con otras muchas haciendas que habían sido de los Templarios.

Había llegado este palacio a estar casi derruido, pero el Castellan, que es hoy don Matias ¿Teixeyra?, lo ha reparado y reedificado de tal manera que puede dignamente ser alcazar de reyes."

Cabe citar los magníficos mosaicos descubiertos en ese sector zaragozano, en la desaparecida calle de la Zuda, y levantados en 1943. La mayoría, como "Orfeo amansando a las fieras-, que mereció sello postal, se conservan en el Museo de Zaragoza.

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La denominación de Alcázar de la Zuda, probablemente hace referencia a una noria que en sus proximidades funcionara, bien elevando agua del Ebro, bien tomando fuerza motriz de la corriente, bien utilizando el desnivel hasta el Ebro de alguna acequia que hasta allí llegara, que pudo perfectamente traer agua del Jalón.

Las norias fueron ampliamente utilizadas por los árabes en al-Andalus para elevar agua. Aún hoy subsisten algunas, como la noria de Alcantarilla, cerca de Murcia. En las cercanías de Zaragoza fueron notables las dos ruedas en paralelo de Velilla, así como la gran rueda que dio nombre al monasterio cisterciense de Escatrón. Ambas norias captaban del Ebro. La técnica era bien conocida en ciudades como Hama, en Siria, famosa por sus norias en el río Orontes.

El historiador árabe al-Idrisi alude a la existencia de molino o molinos flotantes en el tramo zaragozano del río Ebro.

Y ese gran observador de lo cotidiano que era nuestro Príncipe de los Ingenios, embarcó al Caballero de la Triste Figura en una aventura relacionada con aceñas o molinos flotantes en el Ebro, si bien a la altura de Pedrola y, por tanto, a considerable distancia de la ciudad de Zaragoza. (DQ, II, capítulo 29, "De la famosa aventura del barco encantado").

Pues bien, Ana Vázquez de la Cueva  e Ignacio González Tascón señalan, con indudable acierto, que "estos molinos, muy frecuentes en los ríos caudalosos de la Península, se anclaban casi siempre a los puentes de piedra, los únicos capaces de resistir el tiro de los molinos flotantes, especialmente en época de grandes avenidas".



APÉNDICES


APÉNDICE 1


Texto de la Tabula Contrebiensis (Botorrita 2):

/1 SENATVS CONTREBIENSIS QVEI TVM ADERVNT IVDICES. SVNTO  SEI PARRET  AGRVM QVEM SALLVIENSES

/2 AB SOSINESTANEIS EMERVNT RIVI FACIENDI AQVAIVE DVCENDAE CAVSA - QVA DE RE AGITVR - SOSINESTANOS

/3 IVRE SVO SALLVIENSIBVS VENDIDISSE INVITEIS ALLAVONENSIBVS.

TVM, SELITA PARRET, EEI IVDICES IVDICENT:

/4 EVM AGRVM - QVA DE RE AGITVR - SOSINESTANOS SALLVIENSIBVS IVRE SVO  VENDIDISSE; SEI NON PARR(E)T, IVDICENT

/5 IVR(E) SVO NON VENDIDISSE.

/6 EIDEM QVEI SVPRA SCRIPTEI SVNT IVDICES. SVNTO SEI SOSINESTANA CEIVITAS ESSET TVM QVA SALLVIENSES

/7 NOVISSVME PVBLICE DEPALARVNT - QVA DE RE AGITVR - SEI INTRA EOS PALOS SALLVIENSIS RIVOM PER AGRVM

/8 PVBLICVM SOSINESTANORVM IVRE SVO FACERE LICERET, AVT SEI PER AGRVM PREIVATVM SOSINESTANORVM.

/9 QVA RIVOM FIERI OPORTERET RIVOM IVRE SVO SALLVIENSIBVS FACERE LICERET, DVM QVANTI IS AGER AESTVMATVS

/10 ESSET QVA RIVOS DVCERETVR, SALLVIENSES PEQVNIAM SOLVERENT. TVM SELITA PARRET EEI, IVDICES IVDICENT

/11 SALLVIENSIBVS RIVOM IVRE SVO FACERE LICERE; SEI NON PARRET, IVDICENT IVRE SVO FACERE NON LICERE.

/12 SEI IVDICARENT SALLVIENSIBVS RIVOM FACERE LICERE, TVM QVOS MAGISTRATVS CONTREBIENSIS QVINQVE

/13 EXSENATV SVO DEDERIT EORVM ARBITRATV PRO AGRO PREIVATO QVA RIVOS DVCETVR SALLVIENSES

/14 PVBLICE PEQVNIAM  SOLVONTO. IVDICIVM ADDEIXIT C. VALERIVS C. F. FLACCVS, IMPERATOR.

/15 SENTENTIAM DEIXERVNT: «QVOD IVDICIVM NOSTRVM EST, QVA DE RE AGITVR, SECVNDVM SALLVIENSES IVDICAMVS». QVOM EA RES

/16 IVDICATAS: T MAGISTRATVS CONTREBIENSES HEISCE FVERVNT: LVBBVS VRDINOCVM, LETONDONIS F., PRAETOR; LESSO SIRISCVM,

/17 LVBBI F., MAGISTRATVS; BABPVS BOLGONDISCVM, ABLONIS F., MAGISTRATVS; SEGILVS ANNICVM, LVBBI F., MAGISTRATVS;

/18 --ATV----VLOVICVM, VXENTI F., MAGISTRATVS; ABLO TINDILICVM, LVBBI F., MAGISTRATVS. CAVSSAM SALLVIENSIVM

/19 DEFENDIT: ---ASSIVS, -EIHAR F., SALLVIENSIS. CAVSSAM ALLAVONENSIVM DEFENDIT: TVRIBAS, TEITABAS F.,

/20 ALLAVONENSIS. ACTVM CONTREBIAE BALAISCAE, EIDIBVS MAIEIS, L. CORNELIO, CN. OCTAVIO, CONSVLIBVS.



APÉNDICE 2


Traducción española, según el Prof. don Guillermo Fatás Cabeza:

"Sean jueces quienes del senado contrebiense se hallaren presentes.

Si resulta probado que el terreno que los saluienses compraron a los sosinestanos para construir una canalización o hacer una traída de aguas - de cuyo asunto se litigia - lo vendieron los sosinestanos con pleno derecho a los saluienses, (aun) contra la voluntad de los alavonenses.

En tal caso, si resulta probado, sentencien estos jueces que el terreno - de cuyo asunto se litigia (sic) - lo vendieron los sosinestanos a los saluienses con pleno derecho; si resulta probado que no, sentencien que no lo vendieron con pleno derecho.

Sean jueces los mismos suprascritos.

Si precisamente en la Ciudad-Estado sosinestana fue por donde los saluienses, recentísimamente, amojonaron (terrenos) de manera oficial - de cuyo asunto se litigia -. Si podían los saluienses con pleno derecho hacer la canalización a través de un terreno público de los sosinestanos, por el interior de esos mojones.

O si los saluienses podían, con pleno derecho, hacer la canalización a través de un terreno privado de los sosinestanos, por el cual tendría que discurrir la canalización, a condición (en tal caso) de que los saluienses pagaran dinero en la cuantía en que fuera tasado el terreno por el que discurría la canalización.  En tal caso, si así resulta probado, sentencien estos jueces que los saluienses pueden hacer la canalización con pleno derecho. Si no resulta probado, sentencien que no pueden hacerlo con pleno derecho.

Si sentenciaran que los   saluienses podían hacer la canalización, que los saluienses paguen entonces corporativamente por el campo privado por el que será conducida la canalización, de acuerdo con el arbitraje de cinco (miembros) que la magistratura contrebiense designe (a tal fin) de su senado.

Cayo Valerio Flacco, hijo de Cayo, general en jefe ( = procónsul de la Provincia Hispana Citerior ), vinculó su juicio.

Manifestaron (los jueces) esta opinión:

«Puesto que poseemos la facultad de juzgar, fallamos, en el asunto en que se litigia, a favor de los saluienses».

Cuando este asunto fue juzgado, éstos fueron los magistrados contrebienses:

Lubbo, de los Urdinos, hijo de Letondo, pretor (de Contrebia);

Lesso, de los Sirisos, hijo de Lubbo, magistrado;

Babbo, de los Bolgondisos, hijo de Ablón, magistrado;

Sigilo, de los Annios, hijo de Lubbo, magistrado.

La causa de los saluienses la defendió:

---assio, hijo de -eihar, saluiense.

La causa de los alavonenses la defendió: Turibas, hijo de Teitabas, alavonense.

 

Actuando en Contrebia Balaisca (sic), en los Idus de mayo, siendo cónsules Lucio Cornelio (Cinna) y Gneo Octavio. ( El 15 de Mayo del 87 a. de C.)."



APÉNDICE 3


A título de curiosidad, reseñamos aquí dos tradiciones zaragozanas relativas a túneles urbanos muy antiguos.

La primera refiere que "en tiempo de los moros- se podía ir del Alcázar de La Aljafería a la Mezquita Aljama por túneles.

La segunda afirma que un túnel comunicaba la catacumba paleocristiana de Santa Engracia con el Templo del Pilar.

El primer túnel podría ser el último tramo del canal Alagón-Salduie.

Al segundo alude el Padre Ramón Cue, S.J. en su obra "Zaragoza, capital del martirio"; Madrid, 1979, en las páginas 36 y 37:

"Atravesando un dédalo de pasadizos y enterramientos, túneles abovedados y galerías con columnas, podían, los cristianos perseguidos, trasladarse, desde la Cripta de Santa Engracia, a la Santa Capilla del Pilar.

Ahí están, asequibles a las excavaciones, las pruebas arqueológicas. Se descubrieron, para volverlos a taponar, los dos accesos por ambos extremos.

En 1615, al excavar los cimientos del Monasterio de las Capuchinas, apareció, en el Paseo de la Independencia, un pasadizo que se alargaba hasta Santa Engracia para continuar después hasta la Cruz del Coso.

En 1681, en el derribo del antiguo Templo del Pilar, fue descubierta una galería subterránea que penetraba hasta la Santa Capilla, por debajo de lo que hoy es calzada, en la calle de Jardiel."


Adiciones de la 2ª edición (2001) 

Se sabe también de un tercer túnel:

Antes de derribar los edificios que permitieran abrir el Paseo de la Independencia, construido después de 1808, había una calle que iba desde Santa Engracia hasta la "Cruz del Coso", donde después se colocaría la Fuente de la Princesa, y donde hoy está el magnífico monumento de bronce a los Mártires de la Religión y de la Patria, obra de Agustín Querol, delante de la Puerta Cinegia o Cineja.

Pues bien, podría investigarse si, siguiendo dicho trazado, hubo una traída de aguas de La Huerva hasta dicha Puerta Cinegia.

Una gran conducción subterránea, más o menos paralela al actual Paseo de la Independencia, fue hallada al cimentar nuevos edifcios  en el lado occidental del Paseo. ¿Podría tener relación con las naumaquias de un hipotético anfiteatro, situado extramuros?

Hay, asimismo, referencias de un cuarto túnel:

Un pasadizo subterráneo - hoy en total abandono - comunicaba la finca donde está la joyería "La joyita- con el edificio de "La bola de plata-, cerca de la iglesia de los apóstoles San Felipe y Santiago el Menor, en la calle Gil Berges, esquina Agustines, edificio éste de "La bola de plata" adquirido y demolido por el Ayuntamiento de Zaragoza en la legislatura 1996-2000.

Este último ¿podría ser el acueducto alimentador de la laguna de San Felipe?



BIBLIOGRAFÍA de la 1ª edición

 

- "Les Dix Livres d'Architecture de Vitrube, avec les notes de Perrault". Traducción francesa de E. Tardieu y A. Coussin fils. Por Vda. de A. Morel y Cie., editores, 13 Rue Bonaparte, París, hacia 1840.

- "Glossaire des mots espagnols et portugais dérivés de l'arabe". Reinhardt Dozy y W. Engelmann. Leyden, 1869.

- "Historia de Zaragoza".Tomo I. Edades Antigua y Media. Antonio Beltrán Martínez, José-María Lacarra de Miguel y Angel Canellas López. Zaragoza, 1976.

- "El nuevo bronce latino de Contrebia", Guillermo Fatás Cabeza, Boletín de la Real Academia de la Historia. Madrid, 1979.

- "Las fórmulas procesales del Bronce de Contrebia", Anuario de Historia del Derecho Español. Madrid, 1980.

- "El Valle Medio del Ebro en época ibérica". F. Burillo. Institución Fernando el Católico. Zaragoza, 1980.

- "Contrebia Belaisca. II: Tabula Contrebiensis". Guillermo Fatás Cabeza. Monografía. Zaragoza, 1980.

- "Il Bronzo di Contrebia", S. Mariner. Cuadernos de Trabajo de la Escuela Española de Historia y Arqueología. Roma, 1981.

- "Documentos para el estudio de la Reconquista y repoblación del Valle del Ebro", Tomos I y II. José-María Lacarra de Miguel. Zaragoza, 1982.

- "Ingeniería Hidráulica Romana". Carlos Fernández Casado. Madrid, 1983.

- "Puentes romanos en el convento jurídico caesaraugustano". Jesús Liz Guiral. Zaragoza, 1985.

- "La red viaria romana en Aragón". María de los Angeles Magallón Botaya. Zaragoza, 1987.

- "Historia de España Antigua", Tomo II: Hispania Romana. José-María Blázquez y otros. Madrid, 1988.

- "El abastecimiento de agua romano a Caesaraugusta". Ana Vázquez de la Cueva e Ignacio González Tascón. Revista "Anas". Mérida, 1988.

- "Historia de la fundación de la Capilla de Nuestra Señora del Pilar". Fray Diego de Murillo. Zaragoza, 1616.

- "Aqüeducto cesaraugustano". Juan-Antonio Fernández y Pascual. Manuscrito nº 168 de la Biblioteca Universitaria de Oviedo. Hacia 1805. Inédito. Citado y estudiado por Ana Vázquez de la Cueva e Ignacio González Tascón.

- "Guía Histórico-Artística de Zaragoza". Tercera Edición. 676 págs. Diecinueve autores, coordinados por Guillermo Fatás Cabeza. Zaragoza, 1991.

- "Geografía", de Estrabón. Traducción española de J. L. García Ramón y J. García Blanco. Madrid, 1991.


BIBLIOGRAFÍA de la 2ª edición (2001)


En febrero de 2001 fui invitado a aportar estos Comentarios a la página web de TRAIANVS, a lo que accedí gustoso.

La redacción y entrega de mi primer manuscrito a la Demarcación de Aragón del Colegio de Ingenieros de Caminos tuvo lugar a finales de 1993. La publicación, realizada finalmente por la Institución Fernando el Católico, se retrasó muchos meses, hasta 1995. Una separata con mi artículo fue enviada a cada colegiado de la Demarcación, a expensas de ésta. Desde entonces, se ha producido una notable floración de estudios, algunos muy relevantes, sobre el tema. Se van aclarando así varios interrogantes antiguos. Es indispensable citar las siguientes publicaciones:


-"El acueducto romano de Caesaraugusta, según el manuscrito de Juan Antonio Fernández (1752-1814)-. Edita CEHOPU y Ministerio de Obras Públicas, Urbanismo, Transportes y Medio Ambiente; Madrid, 1994.

En este libro se edita el manuscrito -inédito desde hace aproximadamente dos siglos-, y se anteponen interesantes aportaciones de diversos autores. Se incurre, sin embargo, en el error geográfico a que aludimos en el lugar correspondiente de nuestro trabajo.

-"Inscriptions on the construction of Dyrrah-, artículo publicado en Caesaraugusta, nº 71; autora: Lidia Miraj; edita Institución Fernando el Católico; Zaragoza, 1995. Aporta inscripciones y datos sobre conducciones de agua romanas en tuberías de plomo, en la zona de la antigua Dyrrachium (actual Albania).

-"El agua y Aragón", 247 págs. con espléndidas fotografías; Ediciones '94 y Carlos Blázquez, Zaragoza, 1995.

-"La presa de Almonacid de la Cuba", 316 págs.; ocho autores coordinados por Iñigo Hereza Domínguez; editan Gobierno de Aragón y Confederación Hidrográfica del Ebro; Madrid, 1996.

-"El tercer bronce de Botorrita (Contrebia Belaisca)"; 269 págs.; edita Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón; por Francisco Beltrán, Javier de Hoz y Jürgen Untermann; Zaragoza, 1996.

Importantísimo estudio, con la lectura y transcripción del gran bronce celtíbero Botorrita 3, y valiosísimas aportaciones.

-"Historia de Zaragoza", editada por fascículos por el Ayuntamiento de Zaragoza y la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI). Aportan su colaboración diversos especialistas de reconocido prestigio. Inciden en temas alusivos a este trabajo los dos primeros libros: "Salduie, ciudad ibérica-; Zaragoza, 1997; César Augusta, ciudad romana-, Zaragoza, 1998; y el 4º: "La arqueología de Zaragoza en la antigüedad tardía-, Zaragoza, 1998.


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[1]Normalmente, los proconsulados duraban un año, pero el de Cayo Valerio Flacco duró diez. Sobre este extraordinario personaje, ver Bibliografía de la 2ª edición, "Salduie, ciudad ibérica-, § Cayo Valerio Flaco, potenciador de Salduie, págs. 63 a 68. NOTA de la 2ª edición.

[2]La elaboración de nuestro trabajo precedió a la publicación de "Los antecedentes de Caesaraugusta. Estructuras domésticas de Salduie-, de María Pilar Galve Izquierdo; Institución Fernando el Católico; Zaragoza, 1996. En él  se dan a conocer por primera vez pruebas arqueológicas de la ubicación de Salduie bajo la actual Zaragoza. NOTA de la 2ª edición.

[3]Apenas dos años antes, la Turma Salluitana - caballería zaragozana - había recibido A. D. XIV K. DEC. (el 17 nov del año 89 a.C.) del cónsul Cneo Pompeyo Estrabón (padre de Pompeyo Magno), la ciudadanía romana tras su brillante comportamiento en Asculum (Italia), durante la guerra social. NOTA de la 2ª edición.

[4]En el trabajo citado en la nota 2, se publica un mosaico salduiense con delfines y svásticas, motivo éste indudablemente celta, y no ibero. Tal vez Estrabón estuviera mejor informado de su tiempo que nosotros. NOTA de la 2ª edición.

[5]Del árabe ad-dawr, el período o el turno de riego.

[6]Ver Bibliografía de la 2ª edición.

[7]Los autores de Historia de Zaragoza, Libro 4º, no aceptan estas suposiciones. Ver págs. 9 y 10 de esa publicación en la Bibliografía. NOTA de la 2ª edición.

[8]Tomo 70, artículo "Zaragoza-, págs. 1075 y 1076.

[9]Págs. 192 y 193, con fotografía.

[10]El Rey de Aragón Alfonso II el Casto donó el Alcázar de la Zuda a la Orden religioso-militar del Hospital de San Juan de Jerusalén en agosto de 1180, accediendo a los ruegos de su esposa, la reina Sancha. De modo que, en contra de lo que fray Diego afirma, La Zuda de Zaragoza nunca perteneció al Temple, sino que pasó de los reyes moros de Zaragoza a los reyes de Aragón y, de éstos, directamente a los Sanjuanistas, y en la misma fecha que Alpartil (hoy Alpartir) y que La Almunia de Cabañas, después llamada de Doña Godina.


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