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VÍA ROMANA DE VALENTIA A VCETIA POR ALBA


Isaac Moreno Gallo © 2005

TRAIANVS © 2005



Introducción:

Vamos a tratar en esta descripción una vía romana no exenta de cierta singularidad.

Roma decidió establecer una magnífica carretera, como veremos que lo es, que desde el río Ródano se internase por el que había sido territorio de los helvianos, conectando en primer término la ciudad de Alba Helviorum (Alba la Romaine), para alcanzar desde allí nuevos destinos.

Alba llegó a ser una ciudad grande, impresionante como las mejores del imperio, dotada de todos los servicios públicos de salud y de ocio de los que los romanos gustaban tanto, incluidas las termas y un gran teatro. Sin duda fue preciosa y predominantemente blanca como lo demuestran las grandes piezas de piedra de este color con los que construyeron incluso los pavimentos de sus calles. De cualquier forma y por lo considerado por varios autores, no está claro que la etimología de la palabra Alba proceda de este hecho. Podría proceder del céltico “montaña” que aún encontramos en la palabra Alpes.

Al norte y al sur de la ciudad de Alba los miliarios marcaron las distancias a esta ciudad, evidencia clara del predominante estatus jurídico de Alba en esta parte de la Galia romana.

La carretera, además de adentrarse en la región Aquitana en busca de otras grandes ciudades, atravesó todo el territorio helviano, de norte a sur, hasta llegar a otro importante nudo de comunicaciones y caput aquae del acueducto de Nemeasus la ciudad de Vcetia (Uzès).


El trazado de la vía romana en la Narbonense

Fue seguramente carretera principal, porque comunicaba un territorio amplio y ciudades importantes en esta zona de la Galia. Los maltrechos vestigios que hoy observamos no permiten adivinar toda la grandeza pasada de esta comunicación.

Una nota singular en esta vía es la profusión de miliarios conservados (dieciocho) dedicados a un solo emperador, Antonino Pío. Epigrafistas de prestigio como Rebuffat los han estudiado y han dedicado a ellos muchas páginas (ver bibliografía final). Nosotros, en esta descripción, dedicada más a los aspectos técnicos del camino, los citaremos preferentemente como elementos señalizadores del camino.

Otra singularidad no menor es la ausencia de documentación clásica que haga referencia a la vía.

No aparece en el llamado Itinerario de Antonino, itinerario que a pesar de este apelativo reconocido internacionalmente no guarda relación con el emperador anteriormente mencionado, desconociéndose probablemente para siempre su autoría y propósito.

La tabula de Peutinger tampoco dibuja este recorrido. Curiosa omisión que en nada resta importancia a este camino, en cuya huella observamos tanto esfuerzo constructivo como en cualquier otro de los importantes.



Valentia - Alba



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Track GPS

Valentia (Valence) fue sin duda una de las capitales más importantes y estratégicas de la Galia Narbonense. Al pie del gran Ródano, que fue la vía principal de navegación de esta parte del orbe romano, fue ciudad colectora del tránsito terrestre hacia el Mediterráneo de toda la Galia Lugdunense, tránsito procedente de Augustodunum (Autun), Lugdunum, hoy Lyón, cabeza de la Galia romana y patria de Claudio y Vienna (Vienne).

Esta última ciudad servía también de conexión con la carretera del paso hacia Italia en Alpes Graia. Carretera principal que desde Augusta Praetoria (Aosta) superaba el Pequeño San Bernardo en su comunicación con la Galia.

En fin, Valentia además de importante puerto fluvial recogía todo este tránsito procedente del norte, conectando por otra parte con la región italiana de Alpes Cottias por el paso actual de Montgenevre, a través de Brigantio (Briançon), Darentiaca (Saillans) y Augusta (Aoust).

Río abajo de Valentia, la vía continuaba al menos por la margen derecha del Ródano, sin descartar que por ambas márgenes existiera comunicación terrestre ya que a los dos lados se encontraban continuamente poblaciones en esta época. Podemos ver algunas de estas poblaciones del corredor del Ródano en este fragmento del anónimo Itinerario de Peregrinación de Burdeos a Jerusalén (333 d.C.), en la descripción del tramo entre Burdeos y Milan:


Fit a burdigala arelate usque milia ccclxxii, mutationes xxx, mansiones xi.

Mutatio arnagine milia viii (ernaginum - St. Gabriel)

mutatio bellinto milia x

ciuitas auenione milia v (Avignon)

mutatio cypresseta milia v

ciuitas arausione milia xv (Orange)

mutatio ad letoce milia xiii

mutatio nouem craris milia x

mansio acuno milia x (Ancône)

[554] mutatio bantianis milia xii (¿Baix?)

mutatio vmbenno milia xii

ciuitas valentia milia viiii (Valence)

mutatio cerebelliaca milia xii (Montoison)

mansio augusta milia x (Aoust)

mutatio darentiaca milia xii (Saillans)


Aquí nos ocuparemos del camino de la margen derecha que desde Valencia recorría esta orilla por Charmes, Beauchastel, La Voulte, Le Pouzin.

En esta última localidad encontramos el primer resto romano de interés, el puente sobre el río Ouvèze en cuyo arco principal la doble rosca conserva gran parte del dovelaje original romano. Es muy interesante este aspecto de la fábrica que ha sido realizada de piezas pequeñas, muy homogéneas en su tamaño, bien trabadas entre si y rematadas con moldura de la misma naturaleza en forma de arquivolta.


Puente de Le Pouzin. Lado de aguas abajo.
Puente de Le Pouzin. Lado de aguas arriba.

Se conocen soluciones semejantes, pero reducidas prácticamente al ámbito regional de esta zona de la Galia, en otros puentes como el de Ganagobie al sur de Segusterone (Sisteron), en la vía de Arelates (Arles) a Italia por Alpes Cottias. En la escasísima superficie original que conserva el puente de Viviers, en la misma vía y márgen del Ródano que el de le Pouzin, río abajo, donde coincide con la vía que desde Alba (Alba la romaine) desciende por la orilla del río Escoutay. Y finalmente, pero con rosca simple, en el puente des Esclapes en la Via Aurelia, cerca de Forum Iulii (Frèjus), modelo que en esta ciudad se repite en la generalidad de las roscas construidas en sus monumentos romanos.


Puente de Viviers, muy transformado en épocas posteriores. Lado de aguas arriba.
Puente de Viviers. Un tramo de la doble rosca original entre las escasísimas superficies romanas que conserva.
Puente de Ganagobie. Sillares de grandes dimensiones en la base del estribo y un tramo de la doble rosca original conservada.
De talle de uno de los ojos del puente des Esclapes con las piezas de remate de la bóveda en forma de arquivolta.

Sin embargo, en le Pouzin, los tímpanos apenas conservan pequeñas superficies de paramento original donde la fábrica puede diferenciarse bien de reconstrucciones posteriores más pobres en su factura.


Tímpano del puente de le Pouzin con fábricas de tres momentos diferentes.
Doble rosca del puente de le Pouzin con doble moldura en forma de arquivolta.

Cerca, en el río Payre se tienen noticias de la posible existencia de un primer miliario dedicado a Antonino, el que indicaba las XXI millas a Alba, aunque algunos autores dudan de su existencia.

Más al sur, van sucediéndose característicos pueblos-calle que en tantas partes del mediterráneo pueden verse acompañando a los viejos caminos romanos. Así ocurre en Baix, tal vez la que fue la mutatio Bantianis del Itinerario de Peregrinos.

La travesía de este viejo puerto fluvial, por la Calle Real Baja y, despues de travesar la  la RN 86, por la Calle Real Alta recuerda vivamente el paso de la vía romana

Entra en Cruas, donde el viajero atento podrá ver en esta localidad un primer miliario de Antonino expuesto en plena calle, entre la carretera RN 86 y la abadía de la localidad. Marca la milla XVII.

En el interior de la cripta de esta iglesia se guarda un pequeño fuste de columna reaprovechado como miliario y dedicado a Constantino que marca la cifra XIIII (14).

Y junto a la iglesia se guardan también otros tres de Antonino, dos marcan las millas XIV y XVI, el otro, no conserva la distancia.

Los dos de la milla XIV se encontraron en el barranco de Ferrand, próximo a la localidad.


Miliario de Antonino en Cruas.

IMP CAES
T AELIO HADR
AVG ANTON
PIO P P
TRIB POT VII
COS  IIII
MP  XVII
Miliario de Antonino en Cruas.

IMP CAES
T AEL HADR
AVG ANTON
PIO P P TRIB
POT  VII
COS  IV
Miliario de Antonino en Cruas.

IMP CAES
T AEL HADR
AVG ANTON
PIO P P TRIB
POT  VII
COS  IV
M    V
Miliario de Antonino en Cruas. Fracturado y protegido hasta su definitiva reubicación.

IMP CAES
T AEL HADR
AVG ANTONIN
PIO P P TRIB
POT  VII
COS  IV
MP  XVI
Miliario de Constantino Cruas.

D N
FLAV VAL
CONSTAN
TINO NOB
CAES ALBA
MIL P  XIIII

Algo más al sur, en Meysse, la vía discurre por la Grande rue de la localidad. Aquí se conservaba el miliario dedicado a Antonino marcando la milla XII. Hoy se halla en una colección particular en Montelimar. En el siglo XVIII, Meysse ya no tenía puente sobre el río Lavézon tal y como figura en el mapa de Cassini.

La vía entra en la localidad de Rochemaure por el barrio de Les Fontaines, las Fontes Collarionis citadas en documentos del siglo VI.

Este pueblo-calle, atravesado de norte a sur por el antiguo Chemin Royal, recuerda constantemente el paso de la vía romana por aquí. Este aspecto se ha reforzado recientemente por la instalación de una reproducción del miliario de Antonino que marca la milla VIIII (9). El original encontrado en la Croix de la Lauze, próxima al Castillo de Joviac, está depositado en la cercana capilla de Notre Dame des Anges.


Reproducción del miliario de Antonino en Rochemaure.

IMP CAES
T AELIO HADR
AVG ANTONIN
PIO P P
TRIB POT VII
COS  IIII
MP  VIIII

Le Teil es una población que fue creciendo en los márgenes de su antigua Gran Rue y fue también un lugar de bifurcación de caminos. La vía que nosotros seguimos se adentraba aguas arriba del río Frayol en busca de Alba. La principal seguía río abajo por el Ródano hacia las grandes ciudades romanas de la Provenza (la pequeña Roma). Las dos parecen haber configurado la disposición urbana de este pueblo formando las arterias principales de la localidad.

En el sur de la localidad el barrio de "la Violette" recuerda, de nuevo, el paso de la antigua via lata. Interesante topónimo derivado del hecho viario como los que conocemos en España, al norte de Aragón, en los Llanos de la Violada, referencias que figuran como de la Vialata en la documentación medieval.

En le Teil es citado por autores del siglo XIX la existencia de un miliario dedicado a Antonino con la milla VI del que hoy no queda ni rastro.

Hasta aquí el transcurso de la vía romana es paralelo al Ródano, por terreno de inmejorables pendientes, sin mayores dificultades para su implantación y trazado, al igual que la carretera y ferrocarril actuales. Una excelente carretera en la antigüedad, sin duda.

Lo mismo ocurre a partir de Melas, donde el ferrocarril y la carretera N102 han ocupado el antiguo trazado de la vía romana, cuyo recuerdo subsiste en el viejo paso del Pontet o Pontillon. En el fondo del río, al lado del Pontet o Pontillon, se ven los vestigios de un puente más antiguo. Aquí el camino se veía obligado a cruzar a la margen derecha del río Frayol, en un paso difícil, un lugar abrupto, bajo la ladera de las ruinas de la ermita de la Saint-Pierre de Couloubre. El mapa de Cassini recoge este camino primitivo perfectamente.


Mapa de Cassini. (90-Viviers-1772).
El camino histórico entre el Ródano y el Ardèche.

Cerca de aquí, en Les Combes, cuando la vía romana empieza a alzarse sobre la media ladera de la margen derecha, fue encontrado otro miliario caído en el fondo del río Frayol, también dedicado a Antonino y con indicación de la MP IIII (4). Puede verse hoy, en una zona de descanso habilitada en la actual carretera, la reproducción de este miliario cuyo original está depositado en el lugar arqueológico de Alba.


Reproducción del miliario de Antonino en Les Combes.

IMP CAES
T AELIO HADR
AVG ANTON
PIO P P
TRIB POT VII
COS  IIII
MP  IIII

La vía romana ha sido paulatinamente ocupada por la actual carretera, en las sucesivas reformas de trazado sufridas, hasta situarse en frente de la localidad de Rabayast, donde puede verse el camino histórico a media ladera sobre la actual carretera y al sur de esta.

En esta zona de Coste Rhode se ven restos de la infraestructura del llamado Camino Viejo de Pignatelle, con bordillos, muros de contención laterales y otros elementos que deberían estudiarse con mayor profundidad para determinar con mayor precisión su asignación cronológica y su tipología constructiva, resultante probablemente de sucesivas reparaciones.


Restos de bordillo (margines) en el Camino Viejo de Pignatelle que discurre a media ladera por la Coste Rhode.
Muro de contención de época indeterminada en el Camino Viejo de Pignatelle.

Desde aquí, discurre a media ladera al pie del Devois de Joviac, sigue por el lugar "Les Faysses" y despues por Luyas, en dirección al centro de Alba.

Alba fue ciudad lujosa, fundada en el siglo I sobre una superficie de 30 hectáreas contaba con un gran foro, un teatro que llegó a tener capacidad para 3.000 personas, y ricas mansiones. El enlosado de la ciudad, magníficamente construido con grandes piezas, deslumbraba con la blancura de la piedra caliza empleada.


Vista del teatro de Alba.
Enlosado de grandes piezas con rigola y bordillo incluidos, en la calle principal de Alba, el cardo, orientado norte-sur.
Calle porticada de Alba con restos del enlosado original.


Alba - Vcetia


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Track GPS

Desde Alba el camino remontaba el río Escoutay en dirección al valle del Ardèche.

Por le Buis d'Aps asciende por la margen izquierda del río, coincidiendo sensiblemente con la actual carretera N102 que ha ido ocupando prácticamente todo su trazado.

Pasa por el lugar de "Lestrade", topónimo que alude directamente al paso de la vía romana (strata) y que encontraremos con frecuencia a lo largo del recorrido de este camino. Se trata de un topónimo muy frecuente en el paso de las vías romanas en esta parte del Mediterráneo, se constata en la Galia, en toda la cornisa cantábrica hispana y muy frecuentemente en la antigua Gaelicia hispana.

Abandona la carretera para atravesar el casco antiguo de la localidad de Saint Jean le Centenier. A continuación todavía subsiste el camino que se dirigía al río Claduegne para cruzarlo, probablemente por una estructura de paso desparecida hace muchos siglos. Esta situación es la más frecuente en los trazados de estos caminos de enorme antigüedad, la ausencia de vestigios en los cauces y la falta de mejores argumentos que el topónimo local aquí presente "le passadou", ha hecho suponer a muchos autores la existencia de vados u otros dispositivos de pobre factura que tanto desentonarían con el esfuerzo constructivo de la totalidad de lo que fueron estas grandes carreteras.

El viejo camino continuaba por donde hoy lo hace la carretera local D458. Antes de llegar a Palageay encontramos de nuevo en el paso de la vía otro lugar llamado "Lestrade".

Llegando al cruce con la carretera local D258 continúa por el camino de tierra en dirección al collado de le Chade, camino que era el único existente en esta zona en el siglo XVIII, como indica Cassini.

Describe algunas revueltas para aminorar la pendiente cruzando el arroyo de Baumes por una zona reforzada de piedras dispuestas en vertical sobre la que hoy se vadea directamente. Éste es un arroyo de muy escaso caudal que probablemente contó con una pequeña obra de paso en su momento, obra que bien pudo estar sobre este refuerzo del cauce a modo de cimentación o que incluso esté aún cegada en los niveles inferiores. Volvemos a apuntar aquí la inconveniencia de circular sobre el agua en carreteras excelentes como eran estas vías romanas.


Restos del cimiento en el camino en forma de "hérisson" en el paso del arroyo de Baumes.

A continuación se asciende un primer collado en el Devois de Largentelle y luego cruza el arroyo des Blaches antes de ascender definitivamente al collado de Chade, donde alcanza la cresta de Costaraste en la cota 332.


El camino llegando al collado de Chade. Al fondo le Devois de Largentelle.

Se trata de un lugar donde la vía romana se bifurca bruscamente hacia el sur para circular por una larga línea de vertientes, la clásica cuerda alta preferida por los ingenieros romanos, trazado libre de escorrentías transversales.

No puede pensarse que en este punto la vía romana abandona la marcada dirección oeste que traía.

Destinos muy importantes al oeste de la provincia Narbonense, en la vecina Aquitania esperaban al camino. Augustonemetum en Clermont Ferrand sería, en esta dirección, el destino de la vía romana, con un estación intermedia en la actual población de St-Paulien, Revessione mencionada así en la tabula de Peutinger, como Ruessio en la geografía de Ptolomeo y como Ribision en el anónimo de Ravena.

Muy cerca del propio collado de Chade en dirección a Mias se encontró en 1897 un miliario indicando la distancia con la milla X a Alba, que hoy se conserva en el museo de St. Germain-en-Laye.


El camino descendiendo al oeste, hacia Mias y al valle de l'Ardèche.

Desde Costeraste, bajaba hacia el rio Auzon. Queda un pequeño vestigio de puente de época indeterminada, probablemente no romano.

Más allá, dejando al margen el conocido Campo de Cesar u oppidum de Jastres norte, descendía el puerto de les Echelettes en cuyo camino antiguo no parece que quede mucho de la huella romana. Por sus características parece corresponderse con un camino de mulas de los últimos siglos que se abre paso en laderas de roca caliza muy fragmentada y de fácil deslizamiento. Un análisis geológico del terreno aportaría datos de interés sobre el carácter altamente perecedero de los caminos que aquí se han constituido a lo largo de la historia. Consideremos que este camino por Mias y les Echelettes era el único utilizado hasta el siglo XVIII y sin duda tuvo muchas reparaciones en esta zona abrupta.


Vista del Oppidum de Jastres norte, junto a los precipicios de las Rochers de Jastres norte.
El Camino Viejo de les Echelettes descendiendo el puerto arropado por un muro de contención.
Detalle del muro de contención del Camino Viejo de les Echelettes.

Bajo los Rochers de Jastres, la via atravesia el rio Ardèche, atravesia el llano de Aubenas, subiendo hacia esta ciudad y seguia por St- Privat.

El camino  ascendía por la orilla izquierda del Ardèche hasta Pont-de-Labeaume, donde se conserva un miliario de Constantino y por el valle del Ardèche mucho más arriba, constatándose nuevos topónimos de "Lestrade" próximos a Thueyts.

Volviendo a nuestra vía romana que dejamos en la Cresta de Costeraste esta se orienta en dirección sur siguiendo al línea de vertientes hasta verse interrumpida por el seccionamiento provocado en la construcción de la actual carretera N102. En todo este tramo, sin embargo, se aprecian unas interesantes técnicas constructivas típicas de las vías romanas.

Podemos ver un gran esfuerzo constructivo para mantener un buen perfil longitudinal del camino, despegándose del perfil natural del terreno en la cresta cuento es necesario y dotando a la calzada para ello de dos importantes muros laterales a doble nivel que contienen toda la obra dejando una plataforma libre al tránsito de poco más de cuatro metros. Se observan también alineaciones de bordillo y materiales de granulometría fina en las capas superiores como corresponde a este tipo de carreteras de la antigüedad.

Los muros están formados por lajas del material esquistoso que abunda en la zona, pero dispuestas bien alineadas y con cuidado. Hoy presenta ya bastantes derrumbes y deterioros importantes en muchos sitios.


La vía romana discurriendo por la acusada línea de vertientes en la Cresta de Costeraste.
Detalle del muro de contención a doble escalón en la vía romana en la Cresta de Costeraste.
Alineaciones de piedra del trasdós de los muros de contención aflorando en la superficie de la vía romana en la Cresta de Costeraste.
La vía romana en línea de vertientes de la Cresta de Costeraste llegando a la carretera N102.

Entre el collado de la Chade y la carretera N102 el camino no figura en el mapa de Cassini que curiosamente solo dibuja los que se dirigen a Villeneuve de Berg.


Mapa de Cassini. (90-Viviers-1772).
El camino en el collado de la Chade y el paso por Saint Germain.

En la cresta de Costeraste ya se observan cantos rodados pero para ello es mejor avanzar al siguiente tramo, una vez superada la interrupción de la carretera N102 que provoca un fuerte escalón de dos metros en el camino y pasar al otro lado del ferrocarril que también intercepta la vía.

En la bajada hacia el río Auzon se aprecie perfectamente toda la capa superior de rodadura compuesta de canto rodado sobre el terreno natural de naturaleza esquistosa. El canto rodado, ausente en esta zona del terreno, denota un transporte de importante longitud con el consiguiente coste adicional de la obra.

 

Canto rodado transportado desde cierta distancia sobre el terreno natural de naturaleza esquistosa, en las capas superiores de la vía romana llegando a Saint Germain.
Canto rodado transportado desde cierta distancia sobre el terreno natural de naturaleza esquistosa, en las capas superiores de la vía romana llegando a Saint Germain.

Sin embargo, el puente antiguo de época indeterminada y de pobre factura, que puede verse en este cruce sobre el Auzon, está hecho de lajas de esquisto procedentes de lugares próximos. Este puente no es más que la última reconstrucción del paso originario que tuvo que estar más o menos aquí y es el utilizado en el XVIII como indican los mapas.


Detalle de la bóveda del arco del puente antiguo de Saint Germain.
Paramento de la bóveda del puente de Saint Germain donde se aprecia la irregular fábrica de la que está formado.
Detalle del paramento de la bóveda del puente antiguo de Saint Germain.

En Saint Germain puede verse también un miliario erguido, probablemente el miliario XIII al sur de Alba, colocado en el lateral de la calle que conduce a la iglesia. Su emplazamiento original no tuvo que estar muy lejos de aquí.


Miliario de Antonino en Saint Germain.

IMP CAESAR
TITO AEL HA
DR ANTONI
NO AVG PIO
P P TRIB POT
VII COS IIII
MP

El siguiente vestigio que podemos encontrar y que hasta la fecha no se ha citado en otros trabajos es un interesante topónimo numeral, ya en la margen izquierda del río Auzón, el lugar de Quince. Situado al noroeste de Sauveplantade, la selva plantada, en el interior de cuya iglesia se conservan algunas inscripciones romanas, coincide perfectamente con la milla XV al sur de Alba. Tengamos en cuanta que la trece puede ser la del miliario de Saint Germain y sobre todo que la XVII se encontró próxima al siguiente pueblo de Saint Maurice d'Ardèche, tres kilómetros más adelante.


Inscripción en la iglesia de Sauveplantade.

    I  O  M
LOCVM HVNC
L VALERIVS
   RTIVS
  NSTITVIT
 NS  RAVIT
Columna con inscripción en la iglesia de Sauveplantade.

DIVO
AVRELIANO

La vía romana cruza dos veces el Auzón y lo hace para buscar la línea de vertientes sobre la que se asienta hoy el propio Saint Germain, zona saneada y bien soleada, por donde evita el pie del monte Bardou, mucho más sombrío y sometido a los embates del propio río, cuyo meandro toca sus laderas.

Después de pasar por "Quince" vuelve a buscar la zona alta para llegar a Saint Maurice d'Ardèche por el lugar de "Lestrade". De nuevo este significativo topónimo nos indica el paso de la vía.

Como de nuevo lo vuelve a indicar más adelante, tras el paso por les Salles, cuando recupera la línea de vertientes en el lugar de "L'Extrade" para ascender a la Serre Merlas de Balazuc.


El último resto del camino en el lugar de L'Extrade, en Balazuc.

Sigue por el lugar de Combasse y desciende a la Grand Val, coincidiendo con la actual carretera, por Ranchin y junto al castillo de La Borie, hasta Pradons.

A la entrada de Pradons, en un cruce junto a la carretera D579, encontramos el miliario XX al sur de Alba cristianizado en forma de crucero al que se llama la Croix du Pérou. A la izquierda del crucero se ve la via romana con su trazado rectilíneo.


La Croix du Pérou, sustentada sobre el miliario XX al sur de Alba.
Detalle del miliario de Antonino en Pradons.

IMP TITO
AELIO HA
DR ANTO
NINO (AVG)
PIO PP TRIB
POT VII
COS  IIII
MP   XX

Sigue por terreno llano, por donde hoy lo hacen la carretera y el ferrocarril, hasta llegar a Ruoms, lugar de nombre céltico (Rigo-magus), de significado "mercado".

Se tienen noticias de la existencia de varios miliarios próximos al camino y desaparecidos en el siglo XVIII cuya fuente principal fue el abad Canaud del que se conserva un valioso manuscrito cuya leyenda indica expresamente:

- Milliaire XX: Croix du peyrous (Pradons)

- Milliaire XXI: Croix de la Plantade

- Milliaire XXII: Croix del Peyrou ou des Pèdes

- Ruoms - Milliaire XXIII: Croix du cimetière de N.D. des Pommiers

- Milliaire XXIV: La croix de Rostagnon ou Fonts des pommiers (aún existe una Fontaine des Pommiers en relación con la leyenda de NS des Pommiers). Identificable en el mapa de Cassini.

Dibujo del manuscrito del Abad Canaud.

A partir de Ruoms la vía romana debe evitar los grandes meandros que el río Ardèche describe en el lugar de la desembocadura de su afluente, el Chassezac, que impiden el paso al camino.

Se ha indicado como probable el trazado que asciende a le Serre de Nicard y la Plaine de Tarnis. En este tramo podemos ver empedrados de época indeterminada en el camino.

Sin embargo, hay que apuntar que la primera edición del mapa de Viviers, de Cassini, con levantamientos topográficos de 1772 no recoge aquí la existencia de ningún camino, mientras que la edición de 1815 recoge por este lugar lo que parece una carretera recién construida, o proyectada para una próxima construcción, ajustada a la leyenda: Route empierrée bordée d'arbres.



Mapa de Cassini. (90-Viviers).
Los caminos en 1772 de Pradons a Barjac.

Mapa de Cassini(90-Viviers).
Los caminos en 1814 (¿?) de Pradons a Barjac.
Tramo nuevo de Ruoms a Vallon.

Ciertamente, no existen muchas más posibilidades para el paso de un camino romano entre Ruoms y Vallon que la elegida por este trazado por lo que debemos pensar que este camino, cuyos empedrados visibles bien pueden ser modernos, se realizó siguiendo una traza anterior, la romana.


Empedrados del camino en la Plaine de Tarnis.

Desciende luego por la Loubière a la Plana de Vallon y pasaba por el lugar de "Les Estrades" próximo a Saint Martin, lugar donde el camino paralelo al arroyo de París se conservaba en el catastro napoleónico, y cruzaba el Ardèche por el sitio del vado de "Chauvieux". Hoy no se conservan aquí restos de viejas estructuras de paso, cosa absolutamente habitual que no significa que no la hubiere en época romana.

Alcanzaba Salavas por el camino que todavía existe procedente del lugar del cruce. En Salavas pueden verse dos miliarios, Uno de ellos absolutamente desgastado, de forma que no ha conservado ninguna letra, el otro situado en el lugar de la Gleizasse es la milla XXX al sur de Alba.


Miliario imposible de leer en Salavas
Miliario en el lugar de la Gleizasse en Salavas.

NIN
AVG PIO
PP TRIB POT
VII COS IV
MP  XXX

Desde Salavas continúa al sur, desviándose de la carretera al oeste para subir como es habitual por la línea de vertientes. En el lugar de la Tuilière quedan restos estructurales del camino en forma de muros que sujetan alternativamente las fincas colindantes o el propio camino. Estos restos que hoy pueden verse, de características medievales e incluso modernas, evidencian un largo uso y restauración de la vía romana a lo largo de la historia, en unos lugares de difícil permanencia por las pendientes del terreno.

Más adelante, en el lugar de la Brûlade, el camino está ya modernizado y asfaltado pero sigue recorriendo su antiguo trazado. En le Gour d’Estelle permanece un viejo puentecillo de mala factura, sobre el arroyo de la Combe Escure de Lardière, realizado toscamente con lajas de piedra y que solo es la última restitución reciente del paso de este arroyo y ya como camino de mulas.

En el lugar de Chantignac y el lugar de “Vialette”, de nuevo aquí el rastro de la via lata, el camino vuelve verse asfaltado donde todavía permanece.


Muro de contención del camino histórico y restos de edificaciones devorados por la vegetación en el lugar de la Tuilière.
Restos de empedrados antiguos en los márgenes del camino moderno, en el lugar de la Brûlade.
Muro de delimitación de las fincas en un nivel superior al que discurre el camino moderno que ha emplazado a la vía romana, en el lugar de la Brûlade.
Empedrado del camino junto al puente en la Gour d’Estelle.
Puentecillo de mala factura en la Gour d’Estelle, sobre la Combe Escure de Lardière.
El camino entre el lugar de Chantignac y el lugar de “Vialette”.

Cruzaba después el río Rieussec y alcanza de nuevo el trazado de la actual carretera D579, que puede observarse que circula también por la línea de vertientes.

Antes de llegar a Vagnas, en un pequeño collado que la carretera tiene que superar, en un cruce de caminos, puede encontrarse el miliario XXXI, llamado la Piedra Plantada, coronado por una cruz en el siglo XVIII, aunque ya figura reflejado en la documentación medieval como crucem de Vannas.


La Pierre Plantée de Vagnas.

IMP T AEL
HADRIA
NO ANTO
NINO AVG
PIO P P TRIB
POT  VII
C    XXXI

Vagnas queda ligeramente al este del viejo camino, que nada más pasar por el llamado Pont de Vagnas sobre un pequeño arroyo, recupera la línea de vertientes que ya no abandona, discurriendo continuamente al este de la actual carretera y por cota más elevada que ella, hasta el lugar de "La Villette", una vez más el rastro de la via lata.

Tres kilómetros al norte de Barjac, cerca del Pont de Vagnas, límite del actual departamento del Ardèche, se encontró el miliario XXXIII, hoy depositado en el Museo Arqueológico de Nîmes.


Miliario de Barjac, conservado en el Museo Arqueológico de Nîmes.

NO AVG
PIO P P
TRIB POT
VII COS IV
MP  XXXIII

Lista de los miliarios de Antonino con distancias referidas a Alba y sus leyendas. En amarillo los situados al norte de Alba, en rojo los del sur. En negrita los lugares donde el miliario es visible al público (según R. Rebuffat):


La vía romana a partir de aquí se conserva toda ella en diferente estado de conservación, primero como un camino reparado, pero sin asfaltar, luego asfaltado en mucha longitud.
Llega al lugar de la Villette como un camino todavía de tierra, sobre una terraza entre muros en muy mal estado y sigue por el camino de la Granjasse que bordea el cementerio.
Llega así hasta Barjac, cuyo casco urbano está situado en la misma línea de vertientes al haberse desarrollado en torno a la vía romana.


La vía romana tras cruzar el Pont de Vagnas, terraplenada por la línea de vertientes.
La vía romana terraplenada por la línea de vertientes en el lugar de Monchamp.
La vía romana terraplenada por la línea de vertientes en el lugar de Monchamp.
El camino sobre una terraza entre muros en el lugar de la Villette
El camino en el lugar de la Villette. Al fondo Barjac.

El camino bordeando la tapia del cementerio de Barjac.
Pequeño tramo de camino sin transformar junto al cementerio de Barjac.

Mi agradecimiento a Roland Comte, amigo y buen conocedor de la vía romana del Ardèche y a Rosette Argenson, miembros activos de la Asociación Cultural Cévennes Terre de Lumière. Sin su apoyo logístico nuestra visita a la vía romana, hasta Barjac, no hubiese sido posible aquel verano de 2003. Gracias también a Jean Bouvier que nos facilitó los accesos en Cruas y mi reconocimiento a René Rebuffat por haber despertado el interés en la región, la que fue de los helvianos, en los vestigios de su vía romana.
I. Moreno

Bariaco (Barjac) ya era probablemente una población de los arecomicos, una vez superado el territorio de los helvianos en algún punto ligeramente al norte de esta ciudad.

Entre Barjac y Vcetia ya no se conocen miliarios y esto supone una evidente dificultad de identificación en la traza exacta del camino. Sin embargo, los 37 kilómetros que separan estas ciudades pueden ser examinados desde el punto de vista orográfico y los viejos caminos que las unen guardan suficientes datos técnico-constructivos que pueden ser interpretados y leídos para asignarles una datación acertada. Los romanos construían sus carreteras de una forma determinada y eso es lo que hemos ido buscando para tratar de encontrar este camino.

En un primer tramo, saliendo desde Barjac, el trazado de la vía romana ha sido ocupado por la carretera durante cuatro kilómetros. Pero, contrariamente a lo que se ha apuntado en algunas ocasiones, no creo que la vía romana siguiera por la carretera hasta St. Jean de Maruéjols. Un camino muy antiguo se separa de ella llegando al pueblo medieval de Avéjan para atravesarlo.

Avéjan, situado en un altozano presenta aún la puerta norte de su antiguo recinto por la que entra el camino histórico. Con su iglesia románica, aún mantiene un cierto ambiente medieval.


Camino antiguo de Avéjan balizado por muros laterales.
Travesía del camino histórico en Avéjan.

A continuación, el camino llamado Chemin des Blaches se dirige a la zona alta del terreno, libre de escorrentías transversales, al oeste de St. Jean de Maruéjols. Discurre en ocasiones por la misma línea de vertientes, con pendientes suaves. Finalmente acaba bajando a la vega del río Cèze por un vallecillo de poca pendiente hasta el Château du Pont que hoy solo vigila un puente moderno.


El Chemin des Blaches, recientemente pavimentado en la jurisdicción de St. Jean de Maruéjols.

El camino se dirige luego hacia Tharaux pero se desvía hacia el sur en el lugar de la Bégude para ascender por la ladera derecha de le Combe des Badus.

En los mapas del IGN a escala 1/25.000 viene identificado aquí como “Voie Antonine”, este es un apelativo muy moderno, en el propio mapa de Cassini (90-Viviers) se le llama únicamente Camino de Uzés y era el único camino de ascensión existente entonces.


Mapa de Cassini. (90-Viviers-1772 y 91- Nîmes - 1774).
Desde Barjac a Lussan.

En este tramo, la presencia de las estructuras del camino antiguo es hoy muy evidente. En efecto, el camino asciende paulatinamente, con pendientes que no superan el 8 %, sujetado por un muro en el lado de abajo y defendido frecuentemente con muros en la parte superior de la ladera.

Se observan en muchos tramos cortes en la roca para la formación de su plataforma y empedrados de época indeterminada en el afirmado, pertenecientes muchos a las capas de cimentación hoy al descubierto, pero también a las numerosas reparaciones que se constatan que ha tenido a lo largo de los siglos. La presencia de muros de contención para la formación de terrazas por toda la ladera y alguna antigua edificación en ruinas, hacen suponer un pasado mucho más humanizado de todo este entorno hoy devorado por el bosque de robledal.

El camino se adivina enseguida importante por el gran esfuerzo constructivo realizado, aunque, según se asciende, la vegetación se ha ido apoderando de él hasta convertirlo en una senda en algunos sitios.

Todas las estructuras que hoy se ven proceden de las obligadas reparaciones de hace pocos siglos, debido a su situación en unas laderas con fuertes pendientes transversales. Pero, este antiguo puertecillo de Tharaux sustituido hoy por la carretera D979, resolvía perfectamente el ascenso, presentando la pendiente más fuerte entre la cota 120 y la 280 (8 %) y suavizándola notablemente más arriba.


Tharaux visto desde el Château du Pont. Entre ambos el río Cèze.
El camino en el puertecillo de Tharaux, el Camino Viejo de Uzés. Se observa la plataforma entallada en la roca donde se han marcado las huellas de los carros.
Detalle de la roca natural en la plataforma del camino. Además del entalle de la roca ha sido necesario un muro de contención en el lateral inferior.
Varios muros de contención que forman terrazas en la ladera, en la parte inferior del camino. En la parte superior otros más se encargan de sujetarla.
El camino antiguo, a media ladera, entre dos muros de contención.
El camino entre el bosque, en la parte alta del puerto de Tharaux.

En el punto más alto, en la cota 328, coincide con la carretera y ya no se encuentran evidencias de que abandone este trazado hasta cerca de Malataverne.

Algunas trazas de camino, al oeste de la carretera, dos kilómetros al norte de este pueblo, podrían formar parte del camino histórico. Más adelante, en la propia población, todo evoca a la vieja vía romana.

El propio nombre explícito del lugar caminero: "Mala Tabernae", el nombre de la calle que lo atraviesa: "Le Grand Chemin" y finalmente el aire medieval del pueblo que aún conserva todo su encanto.


Tramo del camino antiguo, al márgen de la carretera, al norte de Malataverne.
La Mala Taberna con el estilo propio de un pueblo medieval.
Le Grand Chemin recordando a la vía romana en la travesía de Malataverne.

Después de salir de Malataverne continúa por la carretera hasta llegar a Lussan. Pueblo amurallado en una elevada colina que domina todo el entorno y todo el camino en muchos kilómetros. El emplazamiento de Lussan, en un cerro testigo de igual cota que los páramos del entorno, le permite controlar el tránsito del camino de forma perfecta a grandes distancias al norte y al sur de su posición.

Probablemente este fue el origen del asentamiento fortificado que parece remontarse a época medieval, cuando Raymond de Barjac en el siglo XII extendía sus dominios hasta aquí y a la vez que era benefactor de la Orden de los Templarios aseguraba el tránsito por sus dominios.


Palacio al borde del viejo camino, hoy la carretera, que fue sede de la Gendarmerie Nacional.
Loussan visto desde el sur, en el paso del camino antiguo y desde la cota 300. Ciudad y camino están a la misma altura pero, entre ambos, media un valle de un kilómetro de longitud y sesenta metros más bajo al que desciende el camino.

Un kilómetro al sur de Lussan la vía romana se separaba de la actual carretera al este, por un tramo de camino hoy desaparecido como consecuencia de los desmontes modernos para la mejora geométrica de la propia carretera D979.

Unos metros más al sur, ascendiendo por la ladera, la antigua vía romana se recupera en el camino aún existente y puede seguirse en un trazado muy bien resuelto que caracteriza a este tipo de vías.

Se desarrolla todo él con una pendiente moderada y, tras superar el pequeño páramo, cuando desciende por la ladera norte en dirección al valle de Vallérargues, hacia el lugar de la Coulorgue, se observa un zig-zag en el trazado laboriosamente trabajado para el paso del camino. Este era el único camino existente aquí en el siglo XVIII, bien atestiguado por Cassini.


Mapa de Cassini. (91- Nîmes - 1774). Desde Lussan a Uzés.

Gracias a estas curvas el trazado se prolonga en longitud suficiente para aminorar la pendiente hasta límites adecuados, inferiores aquí al 8%. Observamos en esta zona, importantes trabajos de cortes en la roca para el paso del camino, quedando determinada la pendiente del talud del desmonte en roca por el buzamiento natural de los estratos, buzamiento que en esta zona es paralelo a la traza del camino y se aproxima a los 45º de inclinación.

La resultante es muy parecida a como hoy se hubiera construido una carretera de semejantes características.

El volumen de roca desmontado es muy importante como se averigua por las superficies cortadas que se ven en el plano de la plataforma que constituye el camino. No queda hoy apenas nada de los materiales granulares que sin duda formaron la capa de rodadura del firme, como es propio en estas pendientes por las que discurre y el grado de erosión por la escorrentía superficial a la que se someten estos caminos en periodos de tiempo tan dilatados.


El camino atravesando el valle de Vallérargues. Es el mismo dibujado en el mapa de Casini (91-Nimes) de 1774.
Bajada hacia la Coulorgue.
Detalle de la roca cuidadosamente cortada en la plataforma del camino, con el buzamiento perpendicular a la plataforma.
Curva del zig-zag de bajada que facilita una pendiente muy suave al camino.
Talud del desmonte en roca para el paso del camino. La pendiente uniforme del talud responde al buzamiento natural de la roca.
El camino abriéndose paso en la roca con un gran volumen de excavación. En la plataforma se observa la roca cortada.

Después de cruzar perpendicularmente con la carretera departamental D6, el camino comienza a ascender de nuevo al páramo del Bois de la Bruguière.

Se conservan de nuevo las trazas del camino histórico con abundantes restos de empedrado en el afirmado de su plataforma, todo ello al margen de la carretera D979 que ha heredado el trazado antiguo. Se observan cortes en la roca de menor entidad y afirmados de época indeterminada que bien pudieran tener pocos siglos ya que se trata del camino de todos los tiempos hasta la construcción de la actual carretera en el siglo XIX.


El camino subiendo al páramo de la Garrigue con abundantes restos de pavimentación y cortes en la roca.
El camino subiendo al páramo de la Garrigue con abundantes restos de pavimentación, de época indeterminada.

A partir de aquí, la carretera se ha superpuesto al camino antiguo en mucha longitud. Atraviesa zonas de páramo con algunos robles y al llegar al aeródromo de Uzès se separa al oeste por el camino que aún existe. Llega hasta el alto del Bois de Larnac atravesando zonas boscosas y desciende por un camino que se conserva en algunos tramos aún sin transformar al oeste del Domaine de Larnac.
Por tanto, el camino antiguo discurre al oeste de la carretera y no por ella misma, como supusieron algunos autores. Bajando por Larnac, presenta prácticamente las mismas pendientes que la carretera moderna, de forma que, al igual que en los otros tramos donde tiene que superar obstáculos difíciles, se constata como una vieja carretera de calidad.
Abajo del puerto el camino ha desaparecido en algunos sitios pero puede seguirse con algún rodeo hasta llegar al Mas de la Tour.
Pasaba luego, por un tramo de camino desaparecido cerca del Mas Vieux hasta llegar a Uzés, la antigua Vcetia.


Mapa de Cassini. (91- Nîmes - ¿1814?). Desde Lussan a Uzés.

Vcetia surgió como ciudad en los alrededores de las fuentes del Eure. De aquí se captaron las aguas del abastecimiento de Nemeasus (Nîmes), conducidas hasta allí por un acueducto de 50 kilómetros, del que forma parte el Pont de Gard.
Uzés fue sede episcopal desde el siglo V al XVIII y en el siglo XVI importante plaza calvinista, víctima de las guerras de religión.


Uzés. Torre románica circular llamada Fenestrelle, del siglo XII, situada en el punto más alto de la ciudad. Sirve como campanario de de la catedral de Saint-Théodorit.

 

Bibliografía:
CASSINI 1760-1789. César François Cassini de Thury dit Cassini III. Carte Géométrique du Royaume de France. À l'initiative de Louis XV. Travail à l'échelle d'une ligne pour cent toises, soit 1/86400e.
P. ARNAUD. 1966: Voies romaines en Helvie.
NAPOLI J. et REBUFFAT R. 1992, p. 51-79: Les milliaires ardéchois d'Antonin le Pieux. Gallia, XLIX.
REBUFFAT R. et alii. 1994: Visite à la voie romaine des Helviens. Le Teil, Les Amis de Mélas et du Patrimoine.
REBUFFAT R. et COULON J. 1995, p. 49-58 : Un milliaire romain neuf. Ardèche Archéologie, 12.
REBUFFAT R. 2000: Les voies romaines de la Basse-Ardèche. Mémoire d'Ardèche et Temps Présent, 66, Privas.


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