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LA VIA NOVA DEL LIMIA AL SIL


Segundo Alvarado © 2000

TRAIANVS © 2000


Publicaciones:

- "La Via Nova en A Limia: sus restos, trazado, mensuración y procedimiento constructivo". (Boletín Auriense, anexo 16. Ourense, 1992).

Autores:
Segundo Alvarado Blanco

Juan C. Rivas Fernández

Tomás Vega Pato
- "La vía romana XVIII (Via Nova): revisión de su trazado y mensuración. II: De los Limici a los Gigurri". (Boletín Auriense, anexo 25. Ourense, 2000).

Autores:
Segundo Alvarado Blanco

Juan C. Rivas Fernández

Tomás Vega Pato


1.- INTRODUCCIÓN Y GENERALIDADES

La vía XVIII del Itinerario de Antonino, (Via Nova según la epigrafía) entre Bracara Augusta (Braga) y Asturica Augusta (Astorga), atravesaba la actual provincia de Ourense siguiendo una diagonal S.O. - N.E., desde el paso fronterizo de Portela do Home hasta la Sierra da Enciña da Lastra, buscando en Bergidum Flavium (Cacabelos o sus inmediaciones) la conexión con las más antiguas rutas XIX y XX para dirigirse a Astorga.

A pesar de que todavía persisten puntos oscuros en la determinación de su trazado, puede decirse que éste ya era, desde hace tiempo y en conjunto, bastante bien conocido en comparación con el de las otras grandes vías romanas de Galicia. A su mejor definición, medición, y correcta interpretación, pretendemos contribuir con los dos trabajos que aquí resumimos, y que estudian en detalle un amplio tramo de la provincia orensana, entre Ponte Liñares, en A Limia, y Ponte Cigarrosa, sobre el Sil, sector que comprende una longitud de 67 millas romanas, equivalentes, según nuestros cálculos, a unos 121 km.

El detenido reconocimiento que ya tenemos realizado de la totalidad de la ruta, y la visión global de la misma que durante años hemos ido adquiriendo, nos permiten poder avanzar provisionalmente, en cuanto a su trazado y características técnicas, algunas conclusiones generales que exceden del propósito concreto de este resumen, y que iremos exponiendo a lo largo del mismo.

La propia evolución de nuestras investigaciones a lo largo de los años, dirigida de forma preferente al análisis comparativo de las soluciones técnicas adoptadas por los ingenieros romanos en distintos y bien identificados tramos, nos permitió encontrar los verdaderos criterios y fines con los que esta vía romana se había trazado, y ello posibilitó el hallazgo de análogas soluciones en el resto de su largo recorrido, que nos han ido progresivamente confirmando en la idea de que la Via Nova obedeció a un programa de proyecto y de construcción coherente y relativamente uniforme, como tendremos ocasión de ver en la descripción del trazado.

El soporte cartográfico básico para este estudio y su representación ha sido el levantamiento fotogramétrico a escala 1:10.000 de la Xunta de Galicia (Consellería de Ordenación do Territorio), sobre vuelos de setiembre de 1980 y 1982, que era la mejor cartografía disponible en la época de nuestras investigaciones. Por obvias razones de espacio, ilustramos este resumen con la representación del trazado en los mapas del I.G.N a escala 1:25.000.

Como complemento, también hemos manejado muy recientes mapas parciales a escala 1:5.000, que nos han sido de gran ayuda, especialmente en cuanto a la medición, así como numerosas fotografías aéreas de distintos vuelos, años, y escalas. En general, y salvo en algunos tramos concretos, la utilidad práctica de la fotografía aérea en este sector ha sido más bien reducida, a causa de lo movido del terreno, de la densa vegetación que lo cubre en grandes zonas, y de la intensa acción modificadora que el hombre ha ejercido sobre él, especialmente en los últimos años.

A efectos de la señalización y medición, su discurrir por las jurisdicciones tribales de los Limici, Equaesi, Tiburi y Gigurri no tenía influencia en nuestra vía, pero si, en cambio, el paso del Conventus Bracarensis al Asturicensis, pues a partir de esta divisoria, mitad aproximada de la línea, los miliarios contaban la distancia a la capital conventual Asturica (Astorga), en lugar de hacerlo a Bracara.

La orientación general del trazado en este tramo, se sujeta a la dirección S.O-N.E hasta alcanzar la cota de los montes do Rodicio, pero desde aquí adopta otra francamente O.-E. para salvar por el norte la difícil topografía que presentan las estribaciones de la Sierra de Queixa. Pasado este tramo y, una vez alcanzado el valle del Sil en la Ponte Cigarrosa, volverá la vía a su orientación general básica S.O. - N.E. hasta su enlace con las vías XIX y XX, en términos de Cacabelos, en la actual provincia de León, para seguir luego a Astorga.


2.- ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS PARTICULARIDADES DE ESTA VIA ROMANA.

Tras recorrerla, e identificarla en su práctica totalidad, podemos estar en condiciones de reconocer como principales características de esta vía, en lo que concierne al trazado, las siguientes:

a) La "horizontalidad", es decir, el respeto a unas pendientes máximas en general muy estrictas y cómodas.

b) La adaptación al terreno, o sea, el gusto por el mínimo trabajo de explanación posible. En las secciones a media ladera predomina de forma clara el terraplén (frecuentemente amparado por un muro de sostenimiento) sobre el desmonte, que se reduce extraordinariamente, casi a la sección estricta de la cuneta, en los tramos de roca dura (granito).

c) La coherencia interna mantenida a lo largo de todo su recorrido, es decir, que la solución adoptada ante cada problema topográfico encontrado responde generalmente a los mismos principios y a unas razones lógicas y de economía dentro de las peculiaridades, o criterios de proyecto con los que la ruta se diseñó y construyó. No obstante, hemos creído observar leves diferencias entre el tramo de Bracara - Aquis Quarquernis y el resto de la ruta

Asimismo, en cuanto a la infraestructura y obras de fábrica, podemos señalar como cualidades a resaltar:

a) La simplicidad en el tratamiento del afirmado, constituido en general por material suelto en capas de espesor total muy variable en función de la explanada y cuyo máximo valor se observa en las zonas pantanosas de la llanura límica. En el resto del sector estudiado, el espesor conservado es mínimo o nulo, circunstancia que en muchos tramos dificulta extraordinariamente la identificación de la vía.

b) La amplitud de las obras de fábrica y de la propia explanación. El ancho mínimo constatado en los puentes sobrepasa los 5,5m. (los conservados en el tramo de estudio superan todos los 6 m.), mientras que el de la explanación parece no guardar un criterio estricto, variando, según los casos observados, entre un mínimo de unos 5 metros en los pasos difíciles, hasta más de 7 metros en sobreanchos de curvas y otros tramos que no exigen gran trabajo de desmonte.

c) La preocupación por mantener un correcto drenaje de la plataforma.

Partiendo del concepto básico, y para nosotros evidente, de que este camino romano abierto al tráfico en torno al año 80, bajo Tito y Domiciano [1] no se puede etiquetar como "vía militar" o "vía de invasión", hay que entender que por su propia denominación romana, Via Nova [2] y por sus características, su trazado se atiene a un bien meditado, práctico y armónico planteamiento, hecho con criterios ingenieriles, para un tránsito comercial de larga distancia al servicio de una población ya plenamente romanizada y en paz.

Así, por lo que se refiere al sector que nos ocupa, la identificación de la vía con posteriores caminos medievales o reales, en particular el de Ourense a Valdeorras y Villafranca del Bierzo, es insostenible dado el deficiente trazado de éste, especialmente en parajes como los pasos del Tabenxa o del Mao, la bajada al Navea por Cerdeira, o la complicada subida desde la Ponte Navea a la subestación eléctrica de Trives. Y menos aún, en la expeditiva ascensión al Rodicio por el mismo alto de la carretera actual, impracticable para los pesados carruajes romanos, o en la cuesta de Mendoia en su bajada a la Ponte Bibei,que remata en esta extraordinaria obra de fábrica cuyo ancho casi triplica al del camino real, mal identificado todavía como la Via Nova en la señalización turística de la zona.

Este camino medieval o real, que en grandes tramos lleva la misma dirección que nuestra vía, presenta, no obstante, signos (preferencia por las crestas topográficas, buen aprovechamiento de los pasos naturales, rectitud, etc.) que permitirían asignarle un origen muy antiguo, probablemente prerromano. Este camino, o por decir mejor, esta sucesión o alineación de caminos locales, tal vez prestó servicio para comunicar, de la forma más corta, Braga con Astorga ya en los primeros tiempos de la dominación romana. La Via Nova, según esta hipótesis nuestra, se pensaría y ejecutaría no como una ruta enteramente nueva, sino como un mejor y más novedoso trazado sustitutivo de otros caminos preexistentes, a los que seguiría de cerca en su misma dirección pero sin coincidir con ellos, del mismo modo que hoy hacen las autovías respecto a las carreteras anteriores. De esta manera se explicaría la reutilización posterior de este camino más antiguo - al cambiar las necesidades de transporte - tras el abandono del mejor trazado romano, así como la fuerte tradición popular que en varias zonas identifica la vía romana con el camino real.

La traza de la Vía Nova, por el contrario, desarrollaba infinidad de curvas y rodeos para superar las condiciones topográficas del terreno, adaptándose perfectamente a éste y aprovechando lo mejor posible sus características naturales, con el objetivo impuesto de no sobrepasar el 5,5 ó 6 por ciento de pendiente máxima, límite que con gran visión ya supo intuir Barros Sibelo (el primer investigador gallego que, por su formación, se interesó por las características técnicas de las vías romanas) hace más de un siglo [3]. No es de extrañar, por tanto, que encontremos una discrepancia tan notable en la medición de la longitud de la vía, respecto de la consignada por otros autores, al considerar el mayor desarrollo de ésta en relación con los caminos citados.



3.- DESCRIPCION DEL TRAZADO


3.1.- DE PONTE LIÑARES A SANDIÁS

La Via Nova entra en A Limia en el lugar de Feira Nova (en donde se cumplen LX millas desde Bracara), a escasos metros del río Limia, que viene remontando por su margen derecha, pasando al lado de la ermita y crucero allí existentes y del lugar ocupado por el medieval Ponte Liñares, destruido hace unos cuarenta años, durante las obras de desecación de la Laguna de Antela. Su dirección aproximada en este tramo es la de la actual carretera, aunque se adapta al terreno con mejor criterio que ésta, evitando inflexiones impuestas por el parcelario y manteniendo una rasante más uniforme. A unos trescientos metros de Ponte Liñares todavía queda un trozo de la antigua explanación a la izquierda de la carretera, y a cota algo mas elevada.

Pasados los cruceiros de Congostro (que perpetúan el recuerdo de la milla LXI), y llegados al cruce de Penelas, a unos diez metros a la izquierda de la carretera, se nos señaló un lugar en el que pervive el recuerdo de la calzada, cuyo firme encontraban los campesinos al labrar las tierras. Es el paraje de As Pedrosas, topónimo referido a una agrupación de varias piedras cilíndricas iguales a otras de la vía que, según testimonio unánime de los vecinos, existieron en este punto hace muchos años. Se trata, por tanto, de miliarios desaparecidos, pero que suponen una inestimable referencia para la medición de la calzada.

En Ordes, la vía se separaba como unos veinte metros a la izquierda de la carretera, en donde todavía aparecen, al remover la tierra, restos del afirmado de pequeñas piedras o coios, distribuidos en una larga faja de unos cinco a seis metros de ancho. Pasado este punto, y tras un cambio de dirección marcado en claro quiebro, que no curva, comienza la primera de las largas rectas que la Via Nova presenta en A Limia, y en las que discurría en terraplén, de un metro de altura y amplia base, sobre el húmedo y llano terreno circundante. La amplitud de la explanada es de unos seis metros, y la traza es claramente perceptible en la fotografía aérea. Por su forma alomada los paisanos llaman a estos restos "Os Lombos" (denominación que veremos repetida en otros puntos), y los identifican como una verdadera carretera antigua (estrada, o carretera, dos mouros). El material del afirmado, un verdadero morrillo o macadam, es de cuarzo blanco traído de otro lugar.

Antes de llegar al lugar de A Sainza de Arriba, se cruzaba el arroyo Bidueiro por una obra de fábrica desaparecida, de la cual restan los terraplenes de acceso constituidos por grandes acumulaciones de este "macadam", disposición que tiene paralelos en Gran Bretaña [4]. Continúa la vía, pasando ahora por el lugar citado, en el que aparecen restos del firme, y sigue por Santabaia, hasta encontrase de nuevo con la carretera de Ponte Liñares a Vilar de Santos en una pronunciada curva, y dejándola ahora a su izquierda. Un resto de "lombo" o terraplén vuelve a verse muy cerca de este punto, a unos veinte metros de la carretera, justo en donde termina la larga recta que traíamos casi desde Ordes.

Desaparecen a continuación los restos visibles del antiguo curso, pero los labradores reconocen sin dudar la traza por haber destruido el agger hace muchos años. Aquí el firme de piedras pequeñas descansaba sobre un cimiento de piedras planas y más grandes. A continuación, dos largos tramos de hermoso camino, antes y después del cruce del regato de As Lameiras (As Vielas y Camiño da Veiguiña) sustituyeron hasta hace poco a la antigua calzada haciendo desaparecer el terraplén. Hoy han sido literalmente arrasados so pretexto de los trabajos de concentración parcelaria, haciendo totalmente irreconocible el lugar.

En la margen del Camiño da Veiguiña, paraje de Os Cantos, se conservaban varios miliarios, unos fragmentados y otro entero, que marcaban la milla LXV desde Braga.

Por corto trecho continúa la alineación recta marcada por el camino citado, pero seguidamente se pierde el curso de la Vía que, no obstante, se reconstruye con escaso margen de error, ya que el relieve impone el paso al pie del cerro rocoso de Vilariño das Poldras, pasando antes por otro de los puntos singulares del trazado, el llamado Os Padrosos, Fonte Carballa, o Fonte Carballo, en el que existían hasta hace poco varios fragmentos de miliarios, entre ellos uno con la milla LXVI claramente grabada, y que fue perpetuado hasta principios del pasado siglo por un "altar y petitorio de ánimas" que vio Diez Sanjurjo en este lugar, en el cual, según él, comenzaba "a perderse el camino (romano)" [5].

Pasaba, pues, la Via Nova al pie de Vilariño das Poldras, coincidiendo por corto espacio con un camino.

En el punto exacto en donde, años antes, nosotros habíamos reconstruido la milla LXVII, pasado el cruce con la carretera C-531, se hallaron, en 1995, tres miliarios completos enterrados al lado de la traza de la vía, entre ellos uno dedicado a Maximino y Máximo con la milla citada bien clara.

Seguidamente dejaba a la izquierda el actual Pazo do Telleiro para salvar la leve divisoria de aguas entre Couso y Sandiás por su punto mas bajo, coincidiendo en unos cien metros con el camino llamado Rodeira das Antas, nombre referido a/los miliario/s que aquí hubo, de los cuales se conservan trozos de uno (dedicado a Treboniano y Volusiano) en Couso, y al/los que corresponde señalar LXVIII millas a Braga

Siguiendo la alineación recta que trae, la Vía se incorpora casi al trazado de la actual carretera de Sandiás a Vilar de Santos, hasta cruzar la N-525 casi en el mismo punto que ésta, aunque una decena de metros a la derecha, y entrar por el medio del actual Sandiás.

Mapa 1º. Mapa 2º. Mapa 3º.


3.2.- De Sandiás a Busteliño

Entraba la vía en Sandiás descendiendo suavemente y en línea recta hasta encontrarse, antes de la iglesia parroquial, con el actual camino, y tomaban ambos la dirección del collado de Santa Ana, entre este pueblo y la torre medieval de Pegas, o de Sandiás. La pista abierta hace pocos años se desvió, por fortuna, algo hacia la derecha en el último tramo de esta alineación recta.

Entre Santa Ana y la torre de Pegas, al cruzar la leve divisoria, se producía un quiebro en la alineación. Un nuevo tramo recto en descenso, que termina frente al pueblo de Ladeira, es identificable todavía por los restos, esporádicos y cubiertos de maleza, del agger.

A continuación, y precisamente en donde aún se distingue un corto tramo de "lombo" recientemente destruido, tiene principio una larga recta de 4,8 Km. que termina al pie del pueblo de Casasoá.

Iba la Vía en toda ella sobre elevado terraplén, y cruzaba un brazo de la desaparecida Laguna de Antela, lo que permite sospechar que antiguamente ésta no alcanzaba el nivel que tuvo antes de su desecación. Todo este tramo, denominado A Lomba por los paisanos, fue destruido en sucesivas etapas con el pretexto de la concentración parcelaria (en algún caso creemos que de forma intencionada, como en el paraje de O Fial, y en gran parte ha sido sustituido por la carretera asfaltada a Bustelo [6].

En esta larga recta, al pie de la calzada y frente a Zadagós, apareció hacia 1920 un miliario de Maximino y su hijo Máximo, hoy felizmente recuperado y levantado en lugar próximo al de su hallazgo, en el cual se cumplía con precisión la milla LXXI.

Termina esta alineación luego de leve subida para pasar bajo la Casa Soa, del pueblo de Casasoá, y comenzar un corto tramo de descansada bajada para, tras nuevo cambio de rumbo, enfilar otra larga recta en dirección a Busteliño. En todo este tramo eran visibles hace pocos años varios lombos, restos aislados del "agger", con un trazado perfectamente identificable por los paisanos, que a lo largo de los años habían ido levantando la Lomba o carretera romana según atravesaba sus fincas, haciendo acopio de la ingente cantidad de piedras de varios tamaños que constituían la base del afirmado.

En la actualidad, tras los trabajos de concentración parcelaria y pese a que los organismos implicados tenían perfecto conocimiento de la situación y características de estos restos, lo poco que quedaba de la venerable Via Nova en esta zona ha sido arrasado.

Antes de llegar a Busteliño, en el lugar de As Antas y en el inmediato de Leira dos Padrós, en la traza de la Vía, aparecieron varios miliarios, uno de ellos dedicado a Adriano, perfectamente conservado, hoy en el Museo de Ourense, y con la milla LXXIV claramente legible.

Mapa 4º. Mapa 5º.


3.3.- DE BUSTELIÑO AL RIO ARNOIA

Desde Busteliño hasta la subida a los montes del Rodicio, en donde volveremos a encontrar patentes restos del camino, la vía tiene que superar dos obstáculos orográficos de cierta importancia: la divisoria de aguas Limia-Arnoia, y el cauce de este último río. La determinación de estos puntos de paso es clave para la reconstrucción del trazado en este tramo, y además, será preciso que los restos de explanación, si existen, concuerden con dichos puntos singulares en una traza coherente, no solo consigo misma, sino también con los miliarios que en sus proximidades puedan encontrarse. Sin embargo, la puesta en práctica de tales principios lógicos para dar con el trazado correcto, ha resultado extremadamente difícil a causa de la escasez de vestigios claros de la verdadera traza en este sector.

A partir de Busteliño, la vía superaba la divisoria de aguas pasando por el centro de Sobradelo y apoyándose en el camino hacia Miamán, que sube en rampa muy suave, aunque no coincidiendo exactamente con éste. Pasado el límite municipal pensamos que la vía cortaba los terrenos de labor sin coincidir con camino actual alguno, para superar la divisoria justamente en la intersección con la antigua Verea dos Galegos, o de Castilla.

En su continuación, un examen del terreno nos muestra que desde Miamán a Froufe y Vide existe un amplio rellano a media ladera en el cual puede desarrollarse un cómodo descenso en dirección oblicua hacia el Arnoia. Esta especie de ancha plataforma es la que aprovechó el camino viejo, hoy pista asfaltada, que une los pueblos citados, y que reúne óptimas condiciones para haber soportado la vía. Siendo ésta la mejor solución posible, no dudamos que fue - como en otros lugares - la elegida por los romanos, certeza que viene reforzada por claras muestras de desmontes localizados al Oeste y por encima de Miamán y coincidentes, en un corto trecho, con un camino que luego se aparta hacia el pueblo.

Hasta el mismo Froufe, en cuyo centro coincide exactamente la milla LXXVII, el trazado seguía de cerca el camino actual. Desde aquí, el camino por A Lama hacia Vide presenta un trazado tan bien elegido, que no dudamos fuese el mismo de la vía hasta poco antes de este lugar. Es en este punto en donde hemos de plantearnos el problema del cruce del Arnoia, que merece detenida discusión.

Mapa 6º.


3.4.- EL PASO DEL ARNOIA

Dada la dirección de la vía, es obvio que el paso de este río tenía que producirse entre Molgas, como punto más occidental, y Arnuiz, como extremo oriental, bien por alguno de los viejos puentes (Molgas, Vide, Francos, Calvelo o Arnuiz), bien por algún otro paso desaparecido. Podemos añadir a los anteriores dos puentes muy recientes, que ocupan el lugar de otros más antiguos: el "Ponte das Cabras", próximo a la desembocadura del río Tioira en el Arnoia, y el de Portocalvelo, situado entre Calvelo y Xocín.

El puente de Molgas, único del tramo con restos romanos, sería principal candidato al paso de la vía, si no fuese por su escasa anchura, más propia de una vía secundaria, y claramente inferior a la de los restantes puentes de la Via Nova. Además, el trazado por este punto nos crea, antes y después del divagante Arnoia, importantes problemas topográficos que no encuentran satisfactoria solución, e implicaría el cruce del río de Maceda con una importante obra de fábrica a mayores.

Los restantes puentes presentan serios problemas para ser candidatos al paso de la vía, bien por las malas condiciones de cimentación, bien por la dificultad de encajar un trazado aceptable antes y después del cruce del Arnoia.

A falta de una solución satisfactoria apoyada en uno de los viejos pasos mencionados, hemos reconstruido en este tramo la traza que creemos definitiva, rodeando algo por debajo de Vide y apoyándonos en algún tramo de camino y en muy leves vestigios de explanación en el descenso hacia el Arnoia. El cruce de este río se haría por un puente desaparecido del que existe tradición, en el lugar ocupado actualmente por una presa, lugar que, sin ser óptimo, reúne, a nuestro parecer, condiciones topográficas y de cimentación suficientes para edificar un obra de fábrica de relativa importancia. Nos encontramos aquí, por tanto, con un difícil compromiso entre trazado del camino y ubicación del puente, resuelto inteligentemente, primando lo primero sin sacrificio notorio de lo segundo.

El núcleo poblado de Molgas y su balneario, relativamente importantes en época romana, estarían, por tanto, comunicados con la vía XVIII por medio de uno o más ramales. Alguno de éstos tal vez fue parte de otra vía de mayor recorrido, acaso una transversal en dirección a Ourense o hacia Dactonium. Es posible que el ¿miliario? hallado en una casa del pueblo próxima al puente, estuviese relacionado de algún modo con dicha vía, aunque tampoco descartamos la posibilidad de haber sido transportado desde la vía XVIII, que dista poco más de un kilómetro.

Mapa 7º.


3.5.- OTRO TRAZADO ALTERNATIVO

Antes de seguir adelante, hemos de referirnos al hallazgo de unos interesantes restos inéditos, que para nosotros atestiguan la existencia de una alternativa o variante, que tal vez solo formó parte del tronco principal de la Via Nova en sus primeros años, para quedar luego como acceso local, o tal vez fuera de servicio. Nos referimos a los lombos existentes en el paraje de Campo Tiñoso, al Sur del Medo, análogos a los de las llanuras de A Limia, y que para nosotros no son otra cosa que los erosionados restos de una vía en agger.

Por la alineación recta que presentan, claramente perceptible, sobre todo al Oeste de la carretera de Os Milagres a Arnuiz, se deduce que esta posible vía romana cruzaba el Arnoia aguas abajo del Ponte Calvelo. La prolongación de la misma alineación recta hacia el Oeste nos lleva a un punto situado al pie del monte Pedroso, sobre Xinzo da Costa, exactamente en donde se produce el arranque del denominado "Camiño da Xe".

Reconstruimos el trazado, luego de detenido estudio del terreno, yendo hasta las cercanías de Pías - en cuya divisoria de aguas creemos cortaba uno de los canales que traían agua para la explotación minera del Medo - y luego hacia Vilar de Cas y Xinzo da Costa. Atravesada la carretera de Xinzo a Paioso, precisamente en la primera curva después de Xinzo, ya volvemos a percibir vestigios de esta variante, que se superpone en unos 250 m. con un trozo de viejo camino que va remontando el regato Carrascal. Un poco antes de alcanzar este regato, la vía deja el citado camino y gira bruscamente al N.O. para convertirse a continuación en el ya mencionado "Camiño da Xe".

Este tramo de vía o variante, si es que realmente llegó a terminarse, partiría de la traza de la XVIII un poco por debajo de Miamán, siguiendo por Xocín, en donde creemos discernir leves vestigios de explanación, a cruzar el Arnoia por el mismo Portocalvelo o algo más aguas arriba. Los cambios experimentados durante siglos en el curso del Arnoia, pensamos pudieron ser causa de la ruina de vía y puente, y de su posterior abandono.

No podemos identificar estos restos con el verdadero y definitivo tronco de la Via Nova, porque los miliarios conservados claramente nos orientan hacia el otro lado del valle del Medo, o sea, hacia Foncuberta y Cimadevila de Tioira. La explicación más lógica está en la extensa zona de antigua remoción minera que se extiende precisamente entre las dos alternativas, desde Barxela y Vilardecás hasta el mismo pie de Foncuberta, que aconsejaría el desvío de la traza para no interferir con los trabajos extractivos [7].

Desde un punto de vista topográfico, esta variante pudo ser, en principio, el trazado más correcto, no solo para atravesar esta parte de la Limia Alta, sino sobre todo para atacar la subida a los montes do Rodicio con una única "enfilada" [8], en lugar de las dos del trazado que juzgamos definitivo.

Primer trazado de la Vía Nova al sur de Xinzo da Costa.



3.6.- DEL ARNOIA A LOS CONFINES DEL VAL DO MEDO

Retomando la vía principal pasado el Arnoia, seguimos su trazado en horizontal hasta encontrar la carretera de Molgas a Os Milagres, que sigue por corto trecho, para apartarse de ella cerca del paraje de Porto Galego, y continuar por un terreno llano y anegadizo denominado Subalomba (donde encontramos en 1973 un fragmento de un miliario anepigráfico), que es donde se reduce la milla LXXIX.

Cruza el Regato da Breña, o Breñe, afluente del Tioira, y sigue después a cierta distancia la margen izquierda de dicho río, hasta encontrarse con la actual carretera de Maceda a Os Milagres, después de pasar cerca del paraje de Tapada Vella, en el cual pudimos ver (estamos hablando de 1970) abundantes restos romanos.

La traza de la vía dejaba Foncuberta a su izquierda, en donde se reducía la milla LXXX a poco de haber cruzado el río Tioira, prácticamente por el mismo sitio en que lo hacía el viejo puente de la carretera. Los cuatro miliarios existentes en este pueblo de Foncuberta (en el que aparecieron abundantes restos romanos), entre ellos uno grabado con la indudable milla 80 y convertido posteriormente en peto de ánimas, fueron trasladados de su cercano lugar primitivo, en el que formarían grupo precisamente al pie del pueblo.

La vía continuaba aquí por terreno llano, desarrollando dos o tres tramos rectos y más o menos paralelos al río Tioira, remontando su margen derecha, hasta que girando al Este lo cruzaba en el lugar de un vado actual, a unos 450 metros aguas arriba de la Ponte da Broia, para ir ya en casi ininterrumpida línea recta hasta entrar en el pueblo de Cimadevila de Tioira.

Mientras atraviesa Cimadevila, la traza de la vía abandona el llano y va girando hacia el Norte para salir remontando el río Prior. A pocos metros a la derecha ha quedado el lugar del Iglesario de Tioira, en cuya rectoral e inmediaciones se encuentran varios miliarios reutilizados, procedentes, sin duda, de la milla LXXXII, que estaba muy próxima.

En la zona elevada cercana al pueblo de Cimadevila comienza una altiplanicie de media ladera que se prolonga hasta las cercanías de Parrocha y Celeirón. Este paraje más elevado indica realmente el inicio de la subida al Rodicio adentrándose como un espolón en dirección N.E.- S.O. hacia la llanura del Medo. Por su forma y orientación, es perfecto para que la vía lo aproveche y pueda acercarse al mismo pie de la falla del Rodicio, ganando cota con toda facilidad casi en recta y sin necesidad de obras de fábrica.

A escasos metros al N.O. de Cimadevila, en el alto que significativamente se denomina Outeiro Vello, se podían observar hace años los restos de unas edificaciones que podrían corresponder a una antigua y estratégica posición para control del paso de la vía.

Sigue ésta remontando a cierta distancia la margen derecha del regato Prior o A Teiroá, pero ya hacia el N.E., sin coincidir exactamente con los caminos que llevan esta misma dirección, siendo todavía visibles algunos restos esporádicos de su traza. A unos 150 metros del pueblo de Couzada, atraviesa dicho regato Prior así como uno de sus afluentes mientras va girando drásticamente hasta adoptar dirección S.E. Este claro cambio de orientación tiene el propósito de incorporarse a la traza del Camiño da Xe más al Sur y a la mayor cota posible, pero con una cómoda pendiente del 4,5%, que no supera en toda la subida al Rodicio, inferior por tanto al 5,5 ó 6%, máxima pendiente que parece se habían impuesto los romanos con esta ruta de Braga a Astorga, solamente superada en muy cortos tramos. Este punto de arranque de la larga rampa de ascenso al Rodicio está, además, cuidadosamente elegido, porque subiendo desde él pueden salvarse los regatos que bajan por la ladera evitando los grandes tajos, de inestables paredes, en los que aquéllos se encajan por debajo de Couzada y de A Costa.

Mapa 8º.


3.7.- LA SUBIDA A LOS MONTES DO RODICIO Y EL "CAMIÑO DA XE"

Entre el Alto do Rodicio y el monte Pedroso, y desde casi desde cualquier punto de la Limia Alta, es fácil distinguir una línea de suave y muy regular pendiente, que asciende desde el pie del Pedroso, un poco por encima de Xinzo da Costa, hasta perderse hacia la cima casi en la gran curva, conocida como "Volta Grande", de la actual carretera de Ourense a A Rúa (C-536), antigua de Ponferrada a Ourense (N-120). Es el "Camiño da Xe", ya citado. No se trata de un camino de carro como los demás, sino de una amplia explanación (de 5 a 6 m. de ancho como mínimo), perfectamente adaptada al terreno y ajustada a la rasante del 4,5%, con claros indicios de gran antigüedad.

Desde hacía muchos años estábamos convencidos de que este magnífico camino, por su amplitud, por su perfecto trazado, y por una suma de características que enseguida nos recordaban a otros tramos de la vía XVIII (subida a la Enciña da Lastra, Codos de Mendoia y de Larouco, paso por Terras de Bouro, valle del Homem y Serra do Gerês), no podía ser otra cosa que la misma Via Nova. Incluso pensamos si su propio nombre, "Xe", no tendría que ver con el de "Xeira", o Geira, con el que es conocida la vía en tierras de Portugal.

Sin embargo, mientras este camino nos dirigía hacia el Sur del valle, a pasar el Arnoia entre Calvelo y Arnuiz por los lombos de Campo Tiñoso, todos los miliarios nos estaban indicando claramente una ruta por el Norte, es decir, por Foncuberta y la Iglesia de Tioira, y no solamente en lo que concierne a una alineación aproximada, sino también en cuanto a la medición, porque constituyen dos agrupaciones de hitos viarios concentrados en torno a las millas 80 y 82, respectivamente.

Reparamos posteriormente en otra leve línea que, con la misma pendiente pero en sentido contrario, partía de este Camiño da Xe desde un punto próximo a Santiago da Costa por el Sur, en la mitad de la subida, y se perdía bajando al pie de este pueblo en dirección a Couzada y Bascós. Desde la llanura, este encuentro de caminos aparece nítidamente como una "Y" acostada sobre su izquierda. Era el enlace que necesitábamos para conectar con la ruta por el Norte del valle.

Es de resaltar la elegancia y maestría con la que los ingenieros romanos resolvieron, en una única alineación, la subida al Rodicio desde el pie del monte Pedroso - evitando tener que cruzar el arroyo Carrascal, de abruptas laderas - hasta la cabecera del regato Prior. De esta forma, solamente se interceptan pequeñas corrientes de agua en las proximidades de su nacimiento, lo que permite cruzarlas con mínimo costo en obras de fábrica. Por esta razón pensamos que este trazado, es decir, el "Camiño da Xe" en su totalidad, fue el más antiguo para la Via Nova, y que por alguno de los motivos apuntados más arriba, se modificó en parte posteriormente, enlazando con el primero casi en la mitad de la subida.

Un erudito local, Servando Crespo, recogió hace años interesantes leyendas sobre el "Camiño da Xe", que vienen en apoyo de su antigüedad y de su carácter de obra excepcional [9].

A pesar de estas evidencias, la mayor parte de los autores que estudiaron la vía optaron por hacerla subir al Alto do Rodicio por el empinadísimo camino denominado "Camiño da Serra", que sube desde Valdrei, y forzando su continuación casi directamente hasta el mismo Alto por una pendiente casi imposible, al menos para carruajes pesados.

 Retomando nuestro recorrido por la vía desde Couzada, comenzamos a distinguir muy leves vestigios del camino subiendo con una suave pendiente en dirección a Santiago da Costa y, dejando a la izquierda y en cota más alta a su iglesia, frente a la cual se reduce significativamente la milla LXXXIV. A partir de este punto continúa ganando altura y alcanza el "Camiño da Xe" en la cota 750, aprovechando, sin cruzarla, la vaguada del regato Hidreiro o Hedreiro. Tras el brusco cambio de dirección, ahora ya identificada plenamente con el "Camiño da Xe", la vía faldeaba los montes do Rodicio en dirección Norte, volviendo a pasar cerca y por encima de Santiago da Costa y, aproximándose a la cabecera de la pequeña vaguada del regato Prior, continuaba remontándolo por su margen izquierda y girando para adoptar una dirección Este, luego de pasar la milla LXXXVII.

En esta bien conservada subida existe constancia de los topónimos Verea dos Romanos y Camiño dos Romanos.

Mapa 8º.


3.8.- DE LOS MONTES DO RODICIO AL VALLE DEL MAO

El paso de la divisoria de aguas Arnoia-Sil, que señalan los montes del Rodicio, no se hacía por el punto de mínima cota, como eligieron el camino real o "Camiño da Serra" y la propia carretera, sino por otro de cota mínima relativa, unos metros más alto, pero que permite un trazado mucho más adecuado a continuación, que lleva la dirección de la iglesia de Covas, en lugar de la de Vilariño Frio que toma el camino real.

Pasada la divisoria, en donde se pierde momentáneamente el trazado, la vía desciende suavemente por una vaguada hasta el arroyo de Covas, con dirección Oeste - Este.

Cruzado este arroyo en el paraje denominado Fonte do Viso, con una sencilla obra de fábrica (de la cual se conservan todavía los terraplenes de acceso), inicia la vía una subida hacia el N.O., en dirección a Vidalén, a la que llaman A Costela, es decir, una llevadera y corta cuesta cuya pendiente no sobrepasa el 4%.

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La vía, que se ve muy claramente, va acompañando al camino actual por la izquierda, algo más baja que éste. El ancho total de esta bien conservada explanación alcanza los 7 metros. Iniciada la bajada, en donde comienzan a desaparecer los restos de la traza, deja a la izquierda el camino actual y cruza la carretera de Covas a Xestosa en donde se produce la milla LXXXIX, a 200 metros de Vidalén.

A unos 500 metros de este lugar se encuentra la iglesia parroquial de San Xoán de Covas, y dentro de ella se conserva un inédito e inequívoco fragmento de miliario romano anepigráfico, probablemente procedente de la milla LXXXIX, que es la más próxima.

Creemos que al alto o divisoria de aguas anterior a Vidalén, arriba citado, o bien, a continuación, al punto bajo de cruce del regato con la actual carretera, bien puede reducirse el Portum de Cubas o Porto de Covas, de los documentos medievales [10].

Seguidamente la traza de la vía, que se reconoce sin dificultad, cruza los dos ramales del curso alto del río Tabenxa, el último muy cerca del pueblo de Cadaval, que deja a unos 100 metros al S.E. En el cruce del segundo de estos afluentes se notan todavía en el prado vestigios de los terraplenes de acceso a la desaparecida obra de fábrica, y al pie de Cadaval, son visibles restos de la explanación en forma de camino, primero, y luego como rellano en los prados.

En el centro de este lugar de Cadaval encontramos otro de los miliarios romanos inéditos que aportamos en este trabajo. Está prácticamente entero y es de época tardía; probablemente procede de la milla XC desde Braga, que se nos produce medio kilómetro al Norte de Cadaval. También se detectan en este mismo lugar lo que nos parecen fragmentos de otros dos miliarios.

En el resto del recorrido durante casi un kilómetro, hasta cerca del pueblo de Vigueira de Abaixo, - el medieval Begeira -, se puede seguir el trazado con restos visibles hasta un poco antes de la divisoria de aguas con el río Mao y rodeando el monte Oural. A este tramo parece referirse la mención..et deinde per viam de Oural." de un documento del Monasterio de Montederramo del año 1155.

Mapa 9º.


3.9.- EL CRUCE DEL RIO MAO

El valle del Mao, por lo tendido de sus laderas, no ofrece dificultades especiales para ser salvado por la vía. En esta zona, sin embargo, no existen sitios ideales para levantar, con poca obra, un puente adecuado. Por tanto, el punto idóneo para cruzar este río está condicionado más bien por el terreno que le sigue, y que ha de permitir una fácil salida de la vía en dirección a las tierras de Caldelas y Alto de Cerdeira.

La reconstrucción del trazado a partir de la divisoria del Mao con el Tabenxa la hacemos girando ampliamente hacia el Este, hasta tocar en la carretera de Vilariño Frío a Vigueira de Abaixo, en la cota 898, y dirigiéndolo por este último pueblo, coincidiendo en corto tramo con el camino que lo atraviesa, a cruzar el río Mao por una zona situada unos 250 metros aguas arriba del puente de la citada carretera actual, al lado de un pontón de madera.

En este lugar de Vigueira de Abaixo encontramos dos miliarios, lo cual viene a confirmar plenamente el trazado que describimos para este tramo de la Via Nova, bien distinto de todos los propuestos hasta ahora. Las dos piezas aparecieron prácticamente in situ, pues la milla XCI desde Braga se nos viene a reducir precisamente en este pueblo.

De la obra de fábrica que tuvo que existir sobre el Mao no ha quedado resto alguno. Solamente podemos situar su primitiva ubicación por los vestigios de explanación que se ven en los accesos, especialmente en la margen derecha del río, en donde la vía sale incorporada, por corto trecho, a un viejo camino.

La subida hacia Nogueira se hacía con dos tramos o enfiladas y un codo, situado sobre la actual carretera, a partir del cual la traza se identifica con otro camino de carro que pasa rodeando Nogueira por el Sur.

A continuación se alcanza otro de los puntos de menor cota relativa, que divide aguas del Mao y del río de Santiago da Medorra y que da paso a un largo corredor natural, perfectamente aprovechado por la vía, que termina en el Alto de Cerdeira.

En comparación con la traza del camino real por Vilariño Frío, - la misma que hasta ahora habían dado muchos autores como vía romana -, diremos que nuestro trazado queda francamente alejado, a casi tres kilómetros hacia el S.E. Como prueba que refuerza nuestra tesis, tenemos otro probable miliario, inédito, dentro de la propia iglesia parroquial de Santa María de Nogueira. Seguramente pertenecería a una de las dos millas más próximas, o sea, a la XCII o a la XCIII, entre las cuales se encuentra Nogueira más o menos a mitad de camino.

Mapa 10º.



3.10.- POR LA PENILLANURA DE CALDELAS

Uno de los argumentos esgrimidos hasta ahora para apoyar la coincidencia de la vía romana con el camino real, ha sido el miliario de Graña de Seoane Vello, hallado cerca de dicho camino. Sin embargo, según nos informaron algunos vecinos, parece ser que este miliario procede de un lugar situado entre Graña y Folgoso, o incluso de este mismo pueblo, lo que debilita la hipótesis apuntada y lo acerca más a nuestra traza. Igualmente, nos aseguró el cura párroco que existe otro fragmento de miliario en un muro de una finca situada también entre Graña y Folgoso, aunque por mucho que lo buscamos, no conseguimos dar con él.

Al paso de la Vía por Nogueira creemos puede referirse el documento de fundación del monasterio de Montederramo [11], cuando menciona la "carreyram maiorem que ducit ad nugariam".

Una vez cruzada la carretera de Montederramo, el terreno casi llano de la comarca de Caldelas, y en particular de esta zona denominada Franqueira da Medorra, permite que se haga compacto camino terreno, avanzando con dos o tres tramos rectilíneos, girando un poco a la derecha a coger a cota más baja el ancho valle que se desarrolla paralelo por el N.O. a la Serra do Burgo, hasta cerca del Alto de Cerdeira.

Así, atraviesa la vía el paraje de O Puzo da Lagoa, pudiendo distinguirse todavía sus huellas bajando hacia dicha laguna y a continuación, luego de un suave repecho, en un trazado de cresta horizontal que apunta en dirección a Medorra Vella. Desde este punto dominante es fácil orientar la dirección general del camino, cuyo próximo objetivo es el paso de una pequeña portela situada entre Pesqueiras y Penedo. Para ello es necesario descender al valle del regato de Santiago, el cual, por largo trecho, sigue la misma dirección, y así lo hace la vía, cuya explanación se conserva perfectamente nítida y transitable en parte de la bajada, hasta antes de llegar a la pista de Medorra Vella a Marrubio.

Desde aquí, y entre los dos ramales que tiene el regato de Santiago, pero en terreno enjuto, la continuación de la vía romana desarrolla una alineación totalmente rectilínea de más de dos kilómetros y con dirección N.E., hasta la milla XCVI. Los restos se manifiestan primero como largo y bien conservado camino, después como poco perceptible surco o límite de propiedades.

En adelante, aprovecha la vía durante unos pocos metros una de las márgenes del regato de Alenza, dejando el pueblo de Pesqueiras a la derecha y dando un amplio rodeo, manteniendo rigurosamente la curva de nivel. A la salida de este pueblo el camino real pasa al pie del Santuario de Nosa Señora das Neves, pero el romano pasa con mejor trazado unos 200 metros alejado por su parte S.E. en donde se cumple la milla XCVII.

En adelante, la Via Nova se adaptará mejor al terreno en un trazado totalmente perdido, mientras el camino real prosigue con sus deficientes características y anárquicas inflexiones en dirección a San Martiño do Burgo.

Antes de llegar a San Martiño será necesario encontrar otra portela, punto obligado de paso, en la cual se cruza la carretera de San Martiño a Montederramo, y mientras la vía continúa bajando, ahora con mayor pendiente, por la ladera derecha en una traza casi perdida (de la que se reconocen vestigios en su tramo final), el camino real lo hace por el lado opuesto y con mayor y mas irregular inclinación.

Entre San Martiño y O Burgo, el curso de la Via Nova se ha perdido casi por completo, pero desde una posición suficientemente alejada del otro lado del valle, todavía pueden seguirse sus restos en forma de tenue línea de rasante muy uniforme, que desde antes de San Martiño llega hasta cerca de O Burgo. En el terreno aún se ven esporádicas huellas de la explanación.

Siguiendo esta dirección, era necesario pasar por el núcleo poblado de O Burgo, dada su buena situación topográfica, pero a continuación del mismo, el camino real nuevamente tiene un tramo de brusco descenso. La vía, por tanto, suavizaba la pendiente yendo más al Sur y coincidiendo precisamente, en unos 150 metros, con un camino de fincas, en donde se cumple la milla C desde Braga. Desde este punto suponemos fue trasladado otro miliario romano inédito y casi entero que hemos descubierto en O Burgo.

Antes de llegar a la altura de San Pedro, vuelve la vía a cruzarse con el camino real y continúa en su rasante prácticamente horizontal por el medio de terrenos de labor, en los que apenas puede seguirse, a modo de vestigio, una intermitente alineación de límites de fincas. Pasado Casidrón, vuelve a encontrarse con el camino real y con la carretera asfaltada que une estos pueblos, y coincidiendo los tres en un largo tramo horizontal, llegan hasta la iglesia de Vilamaior.

Hemos de mencionar los interesantes fragmentos de inscripciones romanas conservados en la capilla de San Pedro, situada en el pueblo de su mismo nombre, dedicadas a los emperadores Adriano y Antonino Pío, y que cabe relacionar con el ámbito castrense de la inmediata mansión Praesidio.

Cuando en los años 70 se hicieron obras en el cementerio y atrio de la iglesia de Vilamaior, ensanchándose el camino que pasa a su lado, aparecieron infinidad de tégulas, ímbrices, piedras labradas y cerámica romana, justamente al pie de la traza de la vía.

Mapa 11º.


3.11.- LA SUBIDA AL ALTO DE CERDEIRA

A continuación se inicia la subida al Alto de Cerdeira. El camino real se mete a la derecha subiendo con excesivas pendientes para dirigirse más expeditivamente hacia Vilariño dos Palleiros y el Mesón de Cerdeira. Pero nuestra vía, en cambio, se adapta mejor a este terreno más accidentado dando las correspondientes curvas, y rodeando a media ladera el montículo donde se asienta la iglesia de Castrelo, pasando por Casdequille, Valdemiotos, entre Pereiro y Sabugueiro de Abaixo (convertida en camino en este trozo), y más adelante entre Castromao y Vilariño dos Palleiros, y siempre subiendo con comodidad y pendiente uniforme alcanza el Alto de Cerdeira en la cota 945, en donde se encuentra con la actual carretera C-536. En el lugar de Castromao apareció hace bastantes años otro miliario.

Dentro de la rectoral de la iglesia de Castrelo se encuentra un posible miliario, muy deteriorado. Hacemos notar que aquí se nos reduce precisamente la milla CIII.

Durante bastantes años y hasta 1996 era conocida en el Alto de Cerdeira la presencia de cuatro miliarios, colocados allí por la antigua delegación del MOPU, y, en sus proximidades, en Aciveiro, hace años que habíamos descubierto dos fragmentos de otro.

Mapa 12º.


3.12.- DEL ALTO DE CERDEIRA AL RIO NAVEA

Al comenzar la bajada del Alto de Cerdeira, la traza de la Via Nova va alejándose progresivamente a la derecha de la carretera, sin restos claros, hasta la altura del lugar de Aciveiro, por debajo y cerca del cual pasa para adentrarse con dirección S.O. unos 300 metros más que la curva de la carretera, girando luego bruscamente hacia el N.E. para ir ya siempre por debajo de ésta hasta la Ponte Navea.

En las inmediaciones del viejo mesón de Cerdeira, paraje de Chao do Cego (en donde aún puede intuirse un tenue vestigio de explanación), se produce la milla CV desde Braga, representada por un miliario aquí encontrado, creemos que en su lugar original, y muy útil por tanto para el encaje de la medición de la calzada.

Unos 200 metros más adelante del codo citado vuelven a encontrarse vestigios muy claros del camino romano, primero como ondulación del terreno entre los prados, luego como verdadero camino de carro que conserva nítidamente los rebajes en roca del desmonte.

Seguidamente, la vía atraviesa el sitio denominado Os Fontaos, en donde aparecieron enterrados dos miliarios y aún se discierne, entre los prados, el rellano o impronta de la antigua explanación. Es este lugar, en el que se produce la milla CVI, (que es la que probablemente tenía el perdido fragmento del miliario conservado en la Delegación Provincial del MOPU)conjuntamente con el nombrado de Chao do Cego, de sumo interés para el cálculo y comprobación de las distancias.

En el pueblo de Cerdeira, encontramos también hace años un miliario, reutilizado en las paredes de la Casa do Curro, y muy recientemente, en este mismo lugar, otro más.

En este tramo en descenso, desde antes de Os Fontaos hasta la unión con el camino real mucho más adelante, la plataforma u ondulación de la antigua caja de la vía se define clarísimamente en varios tramos sobre actuales prados, bajando con una descansada y uniforme pendiente media del 4,5%.

Unos 200 metros después de As Guístolas el camino real, coincidente ahora con la vía, se va ensanchando hasta alcanzar unos 6 metros, y unos 300 metros antes del puente del Navea hubo necesidad de cortar un saliente rocoso que dificultaba el paso, hasta unos 12 metros de altura.

Unos 50 metros antes de llegar a la Ponte Navea, sobre el río del mismo nombre, el actual camino se encaja en la roca, estrechándose y cambiando de rasante, para alcanzar la del puente. Sin embargo, por diversos indicios consideramos que la vía continuaría descendiendo para acceder al puente a una cota algo más baja. Así pues, el puente romano debió de tener una altura menor que el actual, aunque fue, sin duda, una obra de magnífico porte, según dan testimonio todavía los restos que conserva de aquella época.

Se ha venido sosteniendo fundadamente que el río Navea era, en este tramo, la frontera histórica entre los Conventos jurídicos romanos Bracarense y Asturicense. Se constata, en cualquier caso, la escasez de miliarios que de aquí en adelante se han encontrado, tal vez debido a la distinta política seguida dentro de cada Convento en lo que se refiere a elaboración y reposición de estas piezas. Un caso conocido, similar al nuestro, lo tenemos en la llamada "Vía de la Plata", antes y después de Salamanca.

A la salida del puente se encuentra una capilla, restaurada en 1992, y que conservaba un ara romana ilegible. Del propio puente, o de sus inmediaciones, proceden: un trozo de miliario dedicado a Tito y Domiciano y con la indicación VIA NOVA AB ASTURICA, y la lápida funeraria epigráfica de Aelio Sporo, que en el pasado siglo fueron llevados a lo que es hoy pazo del Marquesado de Trives.

A partir de este punto los miliarios contaban sus millas desde Astorga. Sin embargo, por razones de cálculo, seguiremos arrastrando la medición con origen en Braga, tal como lo hace el Itinerario. Evidentemente, y como comprobación, no dejaremos de realizar también nuestras mediciones hasta y desde Astorga, final del recorrido de esta ruta.

Se comprende que no tiene por que darse la reducción de una milla justamente en el puente Navea, a pesar de ser, según hemos indicado, probable límite conventual. Así, la milla más cercana que nosotros traemos de Braga, la CVIII, se produce a unos 420 metros una vez pasado dicho puente. Sabemos que el antes citado miliario contaba ya desde Astorga y sería probablemente el último de este convento, pero para confirmar la milla grabada (que, según nuestros cálculos y el propio Itinerario, sería probablemente la CVII a Asturica) precisaríamos saber cómo se realizó la medición para grabar las millas en los hitos viarios. No sabemos a ciencia cierta si sería continua la medición desde Braga, tal como hace el Itinerario, o si, por el contrario, al tomar simultáneamente ambos orígenes de medición, se produciría en la Ponte Navea una fracción de milla.

De cualquier forma, lo que para nosotros resulta incuestionable, si partimos de la veracidad del Itinerario y de su identidad con la Via Nova, es un hecho ya consignado por Barros Sibelo y Sanjurjo [12]: la coincidencia muy aproximada del paso del Navea con el punto medio de la línea entre Braga y Astorga. En efecto, este puente se sitúa entre las millas CVII y CVIII, y la distancia total entre ambas capitales, de acuerdo con el Itinerario (edición de Cuntz) es de 215 millas. Esta interesante circunstancia nos obliga a dar también la razón a ambos investigadores, cuando afirmaban que los miliarios contaban a Braga o Astorga según su menor distancia a estas capitales, siendo por tanto la mitad de la línea, aproximadamente coincidente con el límite conventual, el punto en el que el cambio se producía. También cabe preguntarse si el establecimiento del límite conventual estuvo influenciado por la coincidencia del punto medio del trazado con esta importante barrera geográfica que es el Navea.

Mapa 13º.


3.13.- DEL RIO NAVEA A TRIVES

La vía romana y el camino real todavía atraviesan juntos por delante de las casas del lugar de Ponte Navea, acompañando al río unos metros por su margen derecha, para separarse enseguida. El camino real realiza una penosa y, para nuestra vía, prohibitiva subida hacia la subestación eléctrica, con pendientes del 11 al 20%. Como en otras ocasiones, esta traza ha venido siendo presentada por la casi totalidad de los estudiosos como la de la vía XVIII.

Sin embargo, la propia dificultad de este forzadísimo camino nos obligaba a buscar otra alternativa para la ascensión hasta el Alto de Trives, punto de paso de la divisoria Navea-Bibei; una traza más racional y mejor planteada para las características de esta ruta romana, tal como hasta ahora habíamos venido encontrando en otros puntos. Así, rodeando el espolón de Pena Folenche y siguiendo por un trecho el encajado valle del Navea, como hace la carretera actual, pero a superior cota, nos encontramos con la indudable y verdadera traza adoptada por los ingenieros romanos, visible todavía hoy en varios tramos, entre ellos uno aprovechado por una reciente pista.

A poco de iniciar la subida, en la vaguada de O Piago, y a cota superior a la de la vía, hemos reconocido ruinas de edificaciones [13] que ocupan un amplio espacio. Nos preguntamos si no serían estos restos los que, a través de algún informador local, llevaron a Saavedra a ubicar en Ponte Navea la mansión Nemetobriga [14].

Antes de llegar al alto anterior a Trives (cota 800), la vía se mete más profundamente que la carretera en dos vaguadas, primero en la del pequeño regato do Merlo, y luego en la del arroyo Ribón, en cuyas proximidades se produce nuestra milla CX, y alcanza el alto cerca de las denominadas Penas de Rome, antes de llegar a la altura del lugar de Sas de Xunqueira.

Para reconstruir el trazado de la vía en el paso por A Pobra de Trives, necesitamos conocer el punto de cruce del río Fiscaíño. En la margen derecha de este río, rodeando al pie de las casas de A Pobra, y pasando a unos 25 m. al pie del cementerio, existe una prolongada meseta o escalón que sirve de camino y límite de propiedades, y conduce un canal de riego siguiendo casi la curva de nivel.

Creemos que por su posición y características corresponde en una buena parte a la propia explanación de la vía, y ello nos permite restituir el punto en que cruzaba el Fiscaíño, en el que no hay puente, y ajustar hacia atrás la bajada desde el Alto de Trives, rodeando por Trives Vello.

Este pueblo de Sta. María de Trives, Trives Vello, o, simplemente, Trives, como acostumbran a decir las gentes de la zona (en oposición a A Pobra), ha sido siempre, juntamente con Mendoia, una de la dos opciones dadas por todos los estudiosos de esta vía romana para situar la mansión Nemetobriga. Con su entorno, es lugar extraordinariamente rico en hallazgos arqueológicos de época romana que prueban la existencia en este lugar de una importante población antigua. Consideramos que la vía pasaba casi al pie de la iglesia parroquial, dejando atrás un residuo en forma de abandonado camino, y bajando desde aquí al Fiscaíño por un bancal actual, límite de fincas.

Mapa 13º.


3.14.- DE TRIVES AL RIO BIBEI

Continúa la vía hacia el Este rodeando A Pobra, coincidiendo ahora con el camino y acequia de Quintás, y bajando a continuación con suave pendiente. Creemos detectar como indicio de su paso leves restos de explanación y una fuente muy enterrada y de tradición antigua, en la actual carretera de A Pobra a Piñeiro. A continuación la pendiente se incrementa muy levemente, para pasar justamente por el lugar de Pousada, que se encuentra fuera del camino y carretera actuales, pero justamente sobre la traza que la topografía exige a la vía.

Deja a la izquierda primero el castro de Castrelo y luego la parroquial de Piñeiro, en cuyas inmediaciones los restos romanos son abundantes. Sigue el trazado adaptándose perfectamente a la vaguada siguiente, por encima de las casas de O Mato, y viéndose todavía la impronta del desmonte entre los prados, para pasar al pie de la Casa Grande de A Corga, donde hace un rodeo para ganar desarrollo en su bajada al río Cabalar, antes de cuyo río y puente se incorpora otra vez el camino real. En el descenso no se supera el 5% de pendiente.

A partir este puente, reconstruido en 1835, sale la vía coincidiendo con el camino real, y a los pocos metros cruzan la C-536 para continuar, en plano horizontal, por la ladera de la margen derecha con dirección a Mendoia y salvando los regatos das Eiras y do Carril. En una curva aún se ven las cunetas, abiertas en roca, del camino romano.

El camino real cambia bruscamente de rasante para subir a Mendoia, pero la vía continuaba bajando en suave pendiente, en una traza perdida pero aún reconocible a trozos como ondulación del terreno. Justamente en donde vía y camino real se separan, se nos reduce la milla CXIV desde Braga, y da comienzo la larguísima y perfecta bajada a la Ponte Bibei. Desde aquí hasta cerca del puente irá siempre nuestra vía por terrenos de ladera que hoy están en su práctica totalidad dedicados a viñedo en multitud de bancales.

Hemos dejado a la izquierda la plataforma de A Modorra, o Medorra, avanzado promontorio que mira hacia la confluencia del Cabalar y el Bibei, y en el que aparecen restos abundantes de época romana. Restos similares se ven en el Cabezo do Pol, situado más adelante, y en el amplio espacio comprendido entre ambos puntos.

Pasado este trecho, alcanza la vía el collado que separa la ladera de la estratégica plataforma de O Pol.

Es este collado un punto obligado de paso, que condiciona algo la rasante de la vía, porque a partir de aquí ésta incrementa algo más la pendiente, que mantendrá constante hasta el Ponte Bibei. Desde la lejanía se distingue perfectamente este punto como comienzo de la continuada y uniforme faja descendente en que se manifiesta el trazado, en repetidas vueltas hasta dicho río. Es aquí, también, en donde la vía vuelve a cruzar al camino real (conocido por toda esta zona como Camiño de Santiago), que baja desde Mendoia con diferente trazado y gran pendiente.

Continúa la vía, cruzando el regato do Caneiro y llevando una orientación general hacia el S.E. hasta que hace el primero de los grandes codos de la bajada al Bibei un poco antes de la vaguada del llamado Regueiro da Marrá.

Retrocede, seguidamente, en dirección Norte y continúa hasta cruzar la C-536 en donde ésta sufrió una variante, a la altura del antiguo Km. 81,6, punto a partir del cual la vía fue absorbida en unos 100 metros por la carretera.

Precisamente a la altura del centro de esta curva abandonada por la carretera actual, y al pie de su gran muro de sostenimiento, se observa una doble plataforma que es donde la Via Nova hacía el segundo de los grandes codos de la bajada, girando otra vez bruscamente, para ir hacia el Sur, justamente en la margen del regato Reguenga, al pie del pontón de la carretera actual, evitando así el tener que cruzar dos veces dicho regato. La vía romana descendía a partir de aquí cercana al pie del muro de la carretera, a su izquierda, por donde se observa un ancho bancal.

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Y así, como 1.200 metros más delante de este segundo codo, utiliza otra apropiada plataforma que le permite un giro de radio aceptable, para dar el tercero y último de los grandes codos de la bajada al Bibei. Esto se produce unos 150 metros antes de donde lo hace también la carretera con una cerrada curva en horquilla, a la altura del kilómetro 82.

Desde aquí nuestra vía irá, nuevamente en dirección Norte, pegada a la C-536, algo elevada al principio (unos 3 a 5 metros) con respecto a ésta y por su margen izquierda, en donde se perciben a veces bancales consecutivos dispuestos longitudinalmente y más anchos que los demás, y disminuyendo progresivamente su diferencia de cota respecto de la carretera. Se puede decir que desde un kilómetro antes de llegar a la Ponte Bibei, su traza prácticamente se confunde con la propia C-536, pero con los consabidos entrantes y salientes más acusados, habiendo bajado sin mayor esfuerzo a la cota 316 que es la que tiene el puente.

En toda esta bajada al Bibei, el antiguo paso de la vía es denunciado casi siempre por el rellano o bancal de viñedo más ancho, que es aprovechado para la ubicación de las torres eléctricas de alta tensión, o bien por ser en donde se encuentran por lo general las bodegas y lagares, que utilizan el talud del desmonte de la vía para adosar a él sus muros. La pendiente se atiene en toda la bajada desde O Pol a una muy confortable (incluso para nuestras modernas carreteras) rasante uniforme del 5%.

Desde hace ya bastantes años venía siendo evidente para nosotros la imposibilidad de aceptar el trazado que tradicionalmente se ha venido adjudicando a la vía romana en la bajada a la Ponte Bibei, es decir, el del Camiño de Santiago o Costa de Mendoia, cuya pendiente media supera el 16%, penosísima para los transportes de rodadura. Una traza así no tenía explicación en una ruta romana como ésta, y no encaja en absoluto con las características reconocibles en otros tramos de esta misma vía. No tenía sentido construir un camino con esta pendiente, y con un ancho que apenas alcanza los 3 metros, para seguidamente edificar un puente tan majestuoso e imponente como el del Bibei, con sus 28 metros de altura total, y, sobre todo, con sus casi 7 metros de amplitud entre paramentos.

Creemos que no merece la pena insistir más sobre esta cuestión y si, solamente, desechar de forma definitiva ese penoso trazado de supuesto "camino romano de montaña" que se le había acuñado aquí a la bien ejecutada nueva vía de Braga a Astorga.

Mapa 14º.


3.15.- DEL BIBEI AL ALTO DA ERMIDA VELLA. LOS CODOS DE LAROUCO

En el tramo que viene a continuación atraviesa la vía el verdadero paraje conocido por Cóbados, o Codos, de Larouco, tan mentado por cronistas y viajeros de otros tiempos [15] por lo bello y abrupto del paisaje, así como por la espectacular obra que la ingeniería viaria romana aquí llevó a cabo.

Para ello la traza remonta el curso del Bibei por su margen derecha durante unos 1.100 metros y en dirección S.E, adaptándose perfectamente al terreno gracias a un acusado desmonte, y cruzando los regatos da Cruz y Bimbayo. Tuerce luego a la izquierda para comenzar el denominado "Codo Grande", yendo en dirección Norte a salvar la vaguada de la Fonte do Piar (nombre tal vez debido a dos "pilares" de piedra, posibles miliarios, que aquí existieron) un poco por encima del pontón de la C-536, y en donde sin duda hubo una mediana obra de fábrica romana.

Pueden verse en este lugar, una decena de metros aguas arriba del pontón de la carretera, los estribos de otra obra anterior, hechos en mampostería de pizarra, y que seguramente no corresponden a la primitiva, sino a la que en 1867 (según se dice en la memoria del proyecto de la carretera) se habilitó de forma provisional mientras se reconstruía dicho pontón, hecho pocos años antes.

Es de notar que, en la citada memoria, se afirma que la carretera se trazó aprovechando la explanación romana, al menos desde Larouco al río Bibei, y ello puede comprobarse en los planos del proyecto, tanto en la planta como en los perfiles transversales [16]. Los restos de la explanación y de la cuneta antiguas, perfectamente excavados en la roca esquistosa que forma la ladera, se ven claramente todavía hoy en varios puntos de este tramo, notándose, tal como indicó Sanjurjo [17], que la vía se ajustaba mejor al terreno que la posterior carretera, gracias a sus mínimas limitaciones en cuanto a radios, haciendo entrantes y salientes más acusados, como dijimos anteriormente. Estos interesantes vestigios se localizan a la altura de los kilómetros 78,1 y 76,7, y ya pasado el Codo Grande, en los Km. 75 (en donde la vía iba como 1,5 metros más alta que la carretera), 74,3 (regato do Porto), y 73,6.

Coinciden, por lo general, con los entrantes o vaguadas, siendo de apreciar, además de la cuneta, el bien trabajado talud en roca, realizado a golpe de pico.

Tenemos la sospecha de que el miliario dedicado a Tito y Domiciano (milla XCIV desde Astorga), que se conserva al lado de la Ponte Bibei, puede proceder en realidad de la milla CXXI a Braga (94 + 121 = 215 millas del Itinerario) desde la cual pudo haber sido trasladado hasta un lugar próximo al puente. De hecho sabemos, por Barros Sibelo, que varios miliarios fueron destruidos en esta zona cuando se construyó la carretera, y hasta se nos figura que el color y pátina de su granito, diferente de los que presenta el fragmento de la columna honorífica de Trajano, sita también cerca de la Ponte Bibei, que es similar a la de la fábrica del puente, nos están indicando una procedencia distinta para una y otra piezas, pese a encontrarse hoy juntas.

Retrocede, pues, la vía hacia el S.E. para salir de la angosta y profunda vaguada del Codo Grande, y siempre coincidiendo con la carretera, llega al Alto da Ermida Vella, adoptando ya su franca orientación general hacia el N.E. para no dejarla hasta llegar al río Sil.

En la subida desde el puente del Bibei la vía adopta diferentes rasantes, incluida una inicial con rampa del 8%, que consideramos atípica, por excesiva, en comparación con las del resto de su recorrido. Podría pensarse que se trata de una rectificación del trazado, forzado, tal vez, por un presunto cambio de ubicación del propio puente.

Mapa 15º.


3.16.- DEL ALTO DA ERMIDA VELLA A LA PONTE CIGARROSA

Llegada al Alto da Ermida Vella, pasa la Via Nova por delante de la ruinosa caseta de los peones camineros, en donde se separa a la derecha de la carretera para adoptar una cota inferior a ésta, dando mayor rodeo. Seguidamente va torciendo a la izquierda para salvar un poco más aguas abajo que la carretera la vaguada del Regueiro do Poulo, antes del cual se incorpora a la traza el camino real. En esta bajada se incrementa un poco la pendiente en relación con la de la carretera, pero a unos 200 metros la vía vuelve a cortar a ésta y la deja a su derecha, manteniéndose así, y en un casi perfecto plano horizontal, hasta Larouco. Este tramo se conserva en forma de camino, y no dudamos en identificarlo (salvo en algún corto trecho) con la vía precisamente por su rasante, que nos recuerda, vista desde el Alto da Ermida, y en menor escala, a los amplios rodeos que hace en las portuguesas tierras de Balança, Chorense y Chamoim.

A continuación cruza el Regueiro das Hortas unos 180 metros más aguas arriba que la C-536, por una obra de fábrica de la que tampoco quedan restos, y, torciendo poco a poco a la izquierda, se encuentra otra vez con la propia C-536 a la entrada del pueblo de Larouco.

Los primeros 500 metros de su recorrido por este pueblo los hace la vía, creemos, coincidiendo otra vez con la carretera. En el citado proyecto de la misma se puede ver como la nueva traza se apartó en un tramo del camino real (que todavía se conserva con el nombre de Rúa do Carril), dejándolo a su derecha, a causa de su irregular rasante. Unos 250 metros antes de llegar a la iglesia parroquial, se desviaba la traza a la izquierda, para cortar de nuevo a la carretera y pasar al pie y a la derecha de dicha iglesia, que data de 1793.

La salida natural desde Larouco hacia Valdeorras viene impuesta por el valle del regato Raspalloso, que aquí mismo nace y se orienta en la misma dirección Nordeste que necesita la vía. Cualquiera de las dos laderas de este corredor natural podría ser, en principio, apta para su desarrollo. El camino real, en su necesidad de comunicar directamente los núcleos poblados, optó por la margen derecha, y así comienza un bien trazado y casi rectilíneo descenso, en dirección a Freixido de Arriba, con una aceptable pendiente del 7% en un trecho de unos 800 metros. Pero a partir de aquí, el Raspalloso se encaja en un valle mucho más estrecho y de mayor pendiente, y el camino le sigue, bajando ahora con el 8, el 10, y hasta el 12% para mantener el rumbo hacia Freixido. Este cambio de criterio no parecía admisible para la vía romana, de modo que durante muchos años estuvimos buscando, sin éxito, posibles variantes por este lado y a partir de este punto. El hecho de haber aparecido, en 1984, restos de una probable villa romana en la parte alta de Freixido de Arriba (finca "del Palomar") no es, en nuestra opinión, razón suficiente para llevar por aquí la vía.

Descartada una solución satisfactoria por la margen derecha del Raspalloso [18], se imponía buscar por la margen opuesta, y no existiendo restos aparentes de explanaciones a cota superior o inferior a la de la carretera, era aceptable suponer que, también en este tramo, carretera y vía coincidían. Si comparamos ambas laderas del valle, enseguida se comprende que la izquierda permite un descenso sostenido con una pendiente del 5%, sin recurrir a rodeos ni zigzags, y casi sin necesidad de obras de fábrica.

Siendo ésta la solución que adoptó la carretera, por ser la más lógica, y contando además con el testimonio siempre estimable de Díez Sanjurjo (página 272 de su citada obra) a favor de la coincidencia de carretera y vía hasta el puente de Petín, o Cigarrosa, definitivamente hemos de inclinarnos por esta solución, que en adelante describimos.

La vía romana rodeaba, pues, las últimas casas de Larouco, tal como lo hace hoy la carretera, pero yendo algo más abajo y por su derecha, notándose todavía, a nuestro parecer, el rellano de la explanación al pie mismo de estos edificios y girando a la izquierda, acompañando a la carretera a una cota inferior. Pasada la primera vaguada, la vía iría incorporándose a la carretera hasta casi confundirse ambas unos 400 metros más adelante.

Es de notar que el terreno que atravesamos es ahora granítico, y de la misma forma que hemos visto en otros sectores de la vía (zonas del Gêres portugués, o del Xurés gallego), podría ésta haber surcado una zona rocosa de este tipo con un trabajo de desmonte extremadamente corto y construyendo casi toda la sección transversal, exceptuando la cuneta, en terraplén. La razón de ello está en la falta de medios para efectuar grandes volúmenes de excavación en una roca tan dura como el granito. No es de extrañar, pues, que en este descenso no se aprecien los restos claros que hemos visto en la subida a la Ermida Vella, especialmente al ir la vía algo más baja que la carretera.

La vía descendería con la pendiente de la carretera pero, a causa de su mayor desarrollo, iría perdiendo cota respecto a ésta. Así, pasada la última casa de Freixido de Abaixo, encontramos restos claros de la explanación a la derecha y unos 2 ó 3 metros por debajo de la carretera.

Estos restos, ahora en forma de camino abandonado, se siguen hasta unos 200 m. después del pueblo, y seguidamente desaparecen absorbidos por los muros y terraplenes de la carretera. El desnivel entre ésta y la Via Nova sigue aumentando progresivamente, especialmente antes del paso de la vaguada del arroyo de Seadur. Este pequeño curso de agua se salvaría por una desaparecida obra de fábrica, situada justo debajo de la actual (el primitivo trazado de la C-536, entonces N-120, hacía aquí una mayor inflexión hacia aguas arriba), y a unos 600 m. de este punto, se cruzaba el curso del Raspalloso, unos metros aguas arriba de las dos obras de fábrica (actual y antigua) de la carretera. Tampoco en este punto quedan restos de la obra romana.

Desde aquí la vía, siempre un poco más baja que la carretera, acompaña a ésta adaptándose más al terreno y entrando seguidamente en el encajado valle del Sil. Antes de llegar a Petín hay que suponer que el camino romano se mantendría en su curva de nivel, y por eso reconstruimos el trazado, apoyado por algunos leves vestigios, apartándose a la derecha y yendo por en medio de campos de labor en unos 300 metros, para seguidamente cortar de nuevo a la carretera hacia su izquierda y volver a coincidir con el camino real en la entrada de las primeras casas de Petín, entrando ambos juntos y a la misma cota en el Ponte Cigarrosa, donde termina provisionalmente nuestro recorrido y la presente descripción.

En los planos del proyecto de la carretera N-120, hoy C-536, está perfectamente reflejado el anterior camino, cuya traza fue casi íntegramente aprovechada al menos desde Petín hasta Freixido, y cuyos restos hemos venido describiendo. Por sus buenas características es forzoso pensar que éste había sido ya el camino romano y el posterior medieval o real. En el trozo comprendido entre Freixido y Larouco es lógico suponer que el camino romano había desaparecido como tal cuando se redactó el proyecto de la carretera, sustituido siglos atrás por el trazado de la margen opuesta. Sin embargo, una posible y significativa alusión al paso de la vía por donde nosotros la traemos, es decir, por encima de Freixido de Abaixo, aparece en un documento del año 1705, citado por Ferreira Priegue [19], en el que se dice: ".la vereda que ahora no se usa, y que está arriba de las casas de Freixedo de Abajo".

La Ponte Cigarrosa fue de indudable origen romano. Aunque está muy modificada y alterada, en la actualidad todavía permite estudiar cómo era primitivamente y conserva algunos vestigios interesantísimos de su fábrica primitiva. Nos remitimos al estudio que sobre este puente ha redactado uno de nosotros [20].

Mapa 16º.


El paso de la Vía Nova junto a la laguna de Antela



Mapas del trazado de la vía Nova entre El Río Limia y el Sil:


Mapa 1º

Mapa 2º

Mapa 3º

Mapa 4º

Mapa 5º

Mapa 6º

Mapa 7º

Mapa 8º

Mapa 9º

Mapa 10º

Mapa 11º

Mapa 12º

Mapa 13º


Mapa 14º

Mapa 15º

Mapa 16º

4.- MENSURACIÓN DE LA VÍA

En este capítulo trataremos de resumir el proceso que nos conduce al hallazgo del valor de la milla romana en este tramo viario que venimos estudiando, y situar, en consecuencia, la primitiva y verdadera posición de los miliarios, lo que, a su vez, nos permitirá enfocar con mejor fundamento la interpretación del Itinerario de Antonino y la restitución de sus mansiones.

Para ello se impone un análisis de los miliarios encontrados en el tramo y del lugar preciso y circunstancias de su hallazgo, con particular atención a las agrupaciones de estos hitos que, lógicamente, nos están señalando con mayor fuerza la proximidad a la primitiva ubicación de una milla, cuyo numeral puede estar inscrito en alguna de las piezas encontradas, o bien deducirse de la propia medición. Este análisis permite descartar de antemano algunos miliarios que han sido desplazados de su original posición, a diferencia de otros de los que cabe sospechar fundadamente lo contrario.

Antes de todo ello, se midió con el mayor cuidado, en unidades métricas, todo el trazado restituido, a escala 1:10.000, lo que permite situar cualquier punto de la traza por su distancia, medida sobre la vía, al origen parcial elegido. Esta medición está, no obstante, afectada de un pequeño pero inevitable error, debido a la imperfecta representación de los detalles menores del terreno, y por tanto del trazado, propia de la escala 1:10.000. Por ello, y siempre que nos ha sido posible, hemos recurrido a mediciones parciales de la traza sobre planos a menor escala (1:2.000 ó 1:5.000), particularmente en los tramos más accidentados, que nos han permitido precisar más la medida en estos tramos y, por comparación, establecer unas pequeñas correcciones, estimadas, para el resto, de todo lo cual resulta una medición global suficientemente precisa para nuestros fines. Debido a las limitaciones de la representación gráfica en los planos que acompañamos a 1:25.000, se pierden en ellos muchos accidentes menores de la traza que influyen en la medición, pero que hemos tenido muy en cuenta en nuestros borradores de trabajo a menor escala. El lector detectará, por tanto, diferencias en menos sobre la medición real si mide sobre estos planos.

El problema a resolver para restituir la primitiva medición, consiste en lo siguiente: a lo largo de una recta, en la que idealmente hemos desarrollado la vía, existen una serie de puntos de hallazgo de miliarios que deben encontrarse en el entorno de unos puntos teóricos que señalaban las millas del camino. Para restituir éstos, es preciso encontrar la distancia de uno de ellos a un origen arbitrario y el valor del módulo constante, o milla, con que se colocaron. Ello puede asimilarse a un problema de regresión mínimo-cuadrática de dicha nube de puntos de hallazgo. Si uno de estos puntos, por estar bien localizado, se toma como origen fijo, el valor del módulo o milla viene dado por la expresión:

En donde x i es la distancia real en metros de cada punto al origen, siendo i el número entero de millas a dicho origen.

El cálculo se desarrolló primero en el tramo llano de A Limia, en el que la traza se conoce con gran aproximación y existen numerosos puntos de hallazgo de miliarios. Se consideraron primeramente seis puntos, correspondientes a las millas 62, en As Pedrosas (éste tomado como origen, dada su precisa localización), 65 (Os Cantos), 66 (Fonte Carballa), 68 (As Antas) y 74 (Busteliño). El valor probable encontrado para la milla fue de 1808,00 m. (con un error medio cuadrático de 35,39 m). En un segundo cálculo para el mismo tramo de doce millas, se consideraron un total de once puntos singulares del camino (incluidos los anteriores), con el resultado de 1809,51 m. y un error medio de 45,02 m.

En una segunda etapa, coincidiendo con el estudio del siguiente tramo, se hizo el mismo cálculo entre Busteliño (milla 74), y Os Fontaos (milla 106). Se tuvo en cuenta que en este segundo tramo, existen cinco puntos de hallazgo de varios miliarios: Foncuberta (milla 80), Cimadevila de Tioira, (milla 82), Vigueira, (milla 91), Chao do Cego (un solo miliario, probablemente "in situ", milla 105), y Os Fontaos. Se consideraron numerosas hipótesis distintas y hasta un total de doce puntos de referencia, (dando en algunas mayor "peso" a los citados puntos de hallazgo de varios miliarios) obteniendo en todos los casos valores comprendidos entre 1805,32 m. y 1808,93, con una media de 1807,38 m.

Siendo el miliario de Foncuberta el último del tramo estudiado que conserva grabada la milla (excepción hecha del miliario de Ponte Bibei), en este caso la LXXX desde Braga, que encaja perfectamente con el cálculo y medición que venimos arrastrando ya desde Ponte Liñares, ha sido preciso deducir la milla que corresponde a los miliarios siguientes. Sin embargo, los miliarios de Covas, Vigueira, Cadaval y el probable de la parroquial de Nogueira (éste bastante desplazado, por lo que no se considera en el cálculo), que se sitúan como representantes de cuatro millas consecutivas, ayudan a confirmar, hacia adelante y hacia atrás, el numeral que corresponde a cada una conjuntamente con la longitud de la milla.

La restitución de las millas se hace, pues, con plena seguridad hasta Ponte Navea, probable límite conventual y mitad del trazado. Pero a partir de aquí nos encontramos con el doble problema de una posible fracción de milla en este punto, y de una falta casi absoluta de miliarios en el territorio asturicense aquí tratado. A efectos de estudio, como ya se dijo, se reflejan en los planos las millas teóricas a Braga, pero bien entendido que, dentro del territorio astur, éstas podrían no coincidir con la primitiva ubicación de los miliarios en el caso de un doble origen de medición.

Caso singular es el miliario conservado en Ponte Bibei, que señala 94 millas a Asturica. Su restitución nos obliga a depender de la verdadera distancia total Braga - Astorga. Si ésta es, en millas, de 215, como indica el Itinerario, a dicho miliario le corresponde la MP CXXI a Braga, que se sitúa cerca de la Ermida Vella, casi 6 Km. más al Este de Ponte Bibei. Admitir un traslado de esta pieza, efectuado con anterioridad o con motivo de las obras de la carretera de Ponferrada, no es, sin embargo, descabellado, como ya anteriormente se dijo. Otra posibilidad sería aceptar la distancia Braga - Astorga de 212 millas, como hicieron Saavedra, Blázquez, Sanjurjo, etc., basada en una determinada lectura del Itinerario, lo que nos llevaría a la MP CXVIII (a Braga) para este miliario, restituida efectivamente en un punto muy próximo a la Ponte Bibei. Sin embargo, esta variante del Itinerario no es ni siquiera aceptada como posible por Cuntz, máximo estudioso de esta fuente, y por otra parte, nuestras mediciones preliminares hechas hasta Cacabelos, casi segura ubicación de Bergido, y luego hasta Astorga, se acercan con bastante precisión a la medida de las 215 millas, que, a su vez, es más próxima a las 218 millas, suma de las distancias parciales del Itinerario.

La distancia parcial, tomada sobre la vía, desde la MPCXXI (a Braga) hasta Bergido, que hemos medido provisionalmente, es de 79,75 km., que equivalen a 44,1 millas de 1.808 m. Como la distancia Bergido - Asturica, según el Itinerario, es de 50 millas, resulta 121 + 44,1 + 50 = 215,1 millas, que vemos coincide con sorprendente precisión con la del Itinerario.

Hay que advertir que la distancia de Bergido a Astorga (trazado por Ponferrada y Puerto del Manzanal), y las parciales grabadas en los miliarios de este tramo, (en particular el encontrado por Lemaur cerca de Torre del Bierzo, con 21 millas a Astorga) se acomodan en cambio al módulo de 1.480 metros por milla, es decir, a la milla "clásica".

Aunque nos salgamos un tanto del ámbito de este trabajo, creemos oportuno advertir sobre el distinto valor de la milla en el primer tramo de la Via Nova, desde Bracara a Aquis Quarquernis. En efecto, el resultado de las medidas recientemente tomadas por nosotros directamente sobre el terreno entre miliarios sucesivos existentes en tierras portuguesas del Gerês y gallegas de Portela do Home, con un total de 12 mediciones independientes, arroja una notable dispersión, entre un mínimo de 1.400 m. y un máximo de 1.820 m., con una media aritmética de 1.650 metros. Hecha la comprobación (a falta de algún detalle del trazado) desde Braga hasta Aquis Quarquernis sobre planos a escala 1: 25.000 y 1:10.000, vemos que la medición se ajusta con bastante precisión a este módulo.

Podemos avanzar, por tanto, que en la Via Nova se emplearon al parecer tres valores distintos de milla, coincidiendo con sectores del camino perfectamente identificables, incluso cronológicamente: el valor más corto (alrededor de 1.480 metros) correspondería al tramo posiblemente preexistente Bergido - Asturica; el valor intermedio (en torno a 1.650 - 1.660 metros), al tramo Bracara - Aquis Quarquernis, tal vez realizado antes como parte del enlace Bracara - Lucus, y el valor mayor (1.808 metros) al tramo de unión Aquis Quarquernis - Bergido, que completó la Via Nova.

Acaso no sea aventurado suponer que este "alargamiento" del valor de la milla no haya tenido un desarrollo cronológico tan sólo, sino que se haya correspondido con una evolución conceptual del trazado: a una mayor longitud del camino exigida por la disminución de las pendientes (demandada a su vez por necesidades del transporte) corresponde un módulo mayor que permite mantener invariable el número de millas a recorrer entre dos puntos fijos.


5.- ADAPTACIÓN AL ITINERARIO

Es aceptada unánimemente como definitiva la edición de Cuntz [21] para el Itinerario de Antonino, al menos mientras no aparezcan nuevos códices, y por lo tanto es la que trataremos de seguir nosotros, no sin antes advertir que en esta edición han desaparecido, tras exhaustivo análisis crítico, algunas "variantes", tanto de longitud total de la ruta como de distancias intermansionales, que anteriores estudiosos de esta vía (Saavedra, Blázquez, Sanjurjo, etc.) habían tomado en consideración.

Como se dijo, la única longitud total Bracara-Asturica que Cuntz considera válida es la de 215 millas, con las siguientes parciales (se indican las variantes aceptadas por Cuntz):


Mansiones Distancias
parciales
Distancias
al origen
Salaniana (var. Silanana) 21 21
Aquis Oreginis       (var. Originis) 18 39
Aquis Querquennis (var. Quercennis) 14 53
Geminis (var. Geminas 16 69
Salientibus 18 (var.: 19) 87
Praesidio (var. Presidio) 18 (var.: 8) 105
Nemetobrica (var. Nemotobrica) 13 118
Foro 19 137
Gemestario 18 155
Belgido 13 168
Intereraconio Flavio 20 188
Asturica 30 218

(Cuntz propone las correcciones Quarquernis, Genistario, Bergido e Interamnio en los nombres de las mansiones).

Como en adelante veremos, la posibilidad de otra alternativa más corta entre Bergido y Asturica, con 212 millas, no afectaría para nada a los razonamientos que siguen.

La suma de distancia es 218 millas, tres más que la distancia total. Este problema entretuvo sobremanera a algunos eruditos, especialmente Blázquez, que consideraron elemental buscar una concordancia entre ambas cantidades. Sanjurjo razona que por regla general no coincidirán, al no ser números enteros las distancias intermansionales reales, salvo que se haya tenido la precaución de redondearlas a propósito, unas por defecto y otras por exceso.

Aparentemente, pues, en esta vía el recopilador de caminos del Imperio no tuvo tal precaución, y como no podemos saber en principio en donde están los errores, parece oportuno, en primer lugar, ver a donde nos conduce la aceptación, sin más, de las distancias del Itinerario y en donde se situarían las mansiones con tal hipótesis, contando en sentido Braga - Astorga, y según las millas reducidas en nuestros planos (para las mansiones situadas fuera del tramo en estudio hemos utilizado también planos a escala 1:10.000 y 1:25.000, en los que tenemos restituido gran parte del trazado).

Las reducciones serían, pues, las siguientes:

- Geminis(as)= Sandiás

- Salientibus = Cumbres del Rodicio (nacimiento del regato Prior)

- Praesidio = "Chao do Cego" (pasado algo el Alto de Cerdeira)

- Nemetobrica = Pasada la Ponte Bibei (unos 500 m. más adelante)

- Foro = Entre Vilanova de Valdeorras y Rubiá (aproximadamente)

- Gemestario = Aproximadamente Friera (León)

- Bergido = Unos 5 km. después de Cacabelos

Enseguida se ve que todas las mansiones que siguen a Geminis presentan un viciado desplazamiento hacia el este (en particular el muy probable Bergido = Cacabelos), e incluso algunas (caso de Nemetobrica y Foro) ocuparían una posición poco menos que incompatible con su naturaleza, la primera de ellas porque el sufijo brica o briga es propio de lugar elevado y fortificado, y la segunda porque demanda una posición central y perfectamente accesible dentro de una comarca o jurisdicción.

Curiosamente, las distancias del Itinerario se cumplen con gran precisión al menos hasta Aquis Quarquernis, inclusive, mansión sita sin duda en Baños de Bande, en cuyas proximidades apareció, además, un miliario con la milla 53, siendo lógica de todo punto la situación que siempre se ha atribuido a Geminis (o Geminas) en Sandiás (milla 69), o en sus inmediaciones si se acepta la teoría de Arias [22]. A partir de aquí, sin embargo, empiezan los problemas de identificación, y todo por esas tres millas de más en la suma de las distancias, que hasta Geminis no nos habían molestado. Hay que preguntarse, por tanto, si existe error en el Itinerario a partir de este punto, si por el contrario se trata de un simple problema de redondeo, o si incluso esta diferencia de tres millas es intencional y el Itinerario contiene una clave o significado que se nos escapa.

Al estudiar esta fuente clásica en su parte hispana [23], encontramos sólo cinco rutas en que no se produce esta igualdad de distancia total con la suma de las parciales, contra veinticuatro en que sí se produce, lo que puede dar a entender que el compilador se ocupó de hacer los redondeos oportunos para lograr la coincidencia, y sin embargo no lo hizo en muy pocos casos concretos. Aparte de la simple explicación de un error en los códices, podemos especular con otra: la longitud total, indicada al principio de la ruta (en muchos casos con un numeral seguido del adverbio sic) es la medida a lo largo de la calzada o camino principal, mientras que las distancias parciales pueden incluir algún desvío o variante del camino. Por ello, su suma sería, (y es), en general, mayor que el total, aunque cabría también el caso de un tramo de atajo, y por tanto más corto.

Contabilizando distacias en ambos sentidos, vemos que el tramo Geminis-Salientibus-Praesidio es el problemático, por necesitar de un ajuste que permita acomodar la ubicación del resto de las mansiones. Para resumir, diremos que se ensayaron numerosas hipótesis, que incluyen la posibilidad de un rodeo vinculado al Camiño da Xe y situando fuera de la ruta principal a Salientibus, en el lugar de Xinzo da Costa. Lo interesante es que, sea cual sea la hipótesis considerada para lograr resultados mínimamente aceptables, resultan bastante cortos los tramos de camino en los que debería encontrarse cada mansión. Así, tendríamos a Salientibus necesariamente ubicada entre Cimadevila de Tioira y Xinzo da Costa (es decir, en algún asentamiento del pie de la falla de O Rodicio); a Praesidio, entre los pueblos de San Pedro y Castrelo de Caldelas; a Nemetobrica, aproximadamente entre el río Cabalar y un poco después del "Cabezo do Pol"; a Foro, entre A Pobra y O Castro de Valdeorras; a Gemestario en el entorno de Portela de Aguiar; y a Bergido, entre el cruce de Pieros con las otras vías del Itinerario, y el mismo Cacabelos.

Si partimos de la hipótesis de que el Itinerario es correcto, una lección importante se saca de inmediato de todo ello: Salientibus nunca pudo estar en Baños de Molgas, como generalmente se ha dicho; Praesidio tampoco podremos hallarlo ni en A Medorra Vella, ni en San Martiño, ni en O Burgo (por supuesto tampoco en Castro de Caldelas o San Xulián); para Nemetobrica hay que descartar plenamente a Trives Vello, pese a la importancia de sus restos; Foro no se ubicaría en A Rúa o en A Cigarrosa, sino más adelante en pleno centro de la comarca de Valdeorras, como por otra parte ha de ser lógico [24]; y a Gemestario será imposible localizarlo en la ubicación clasica de Cabarcos (León).

Es momento de hacer una breve reflexión sobre la naturaleza y posición de las mansiones. Recordemos que, según Denis Van Berchem [25], las mansiones no eran sólo albergues de etapa, sino estaciones del fisco (a partir del s. IV) a donde los propietarios del entorno iban a pagar su contribución para la annona. Existía, pues, una mansio por cada civitas. Podemos comprobar esto en nuestra vía en aquellos casos de civitas o colectividades conocidas: Aquis Quarquernis sería evidentemente la mansión de los Quarquernos, Geminis probablemente la de los Límicos, Nemetobrica, de los Tiburos y Foro, de los Gigurros. No conocemos a ciencia cierta cuáles serían los pueblos a los que pertenecían Salientibus o Praesidio, pero considerando la clara identidad geográfica del territorio ocupado por los restantes, no es difícil sospechar que Praesidio sería la mansión correspondiente a la antiquísima Terra medieval de Caldelas, es decir, al territorio comprendido entre O Rodicio y el Navea, por lo que a Salientibus habría que adjudicarle la actual Limia Alta, o Val do Medo, en la cuenca del Arnoia.

Si esto parece lógico, y como tenemos la certeza de encontrarnos a Praesidio en la Terra de Caldelas, no será posible hallar también a Salientibus dentro de esta misma comarca. He aquí otro argumento para "bajar" Salientibus al Val do Medo, y para buscarlo precisamente en donde nuestras interpretaciones del Itinerario nos indican.

Por lo expuesto más arriba, tampoco será extraño que las mansiones tiendan a situarse en puntos de acceso fácil, y especialmente en la proximidad de cruces de caminos. Esto parece suceder con Geminis (cruce de antiguos caminos en el actual Sandiás). Pero también ocurre con Aquis Originis (camino que cruza el río Caldo en dirección hacia el actual Entrimo), con Aquis Quarquernis, de cuyas inmediaciones partía la vía Bracara - Ourense - Lucus, con Salientibus (Camiño da Xe, con prolongación hacia la divisoria Limia- Arnoia, y con ramal que continúa hacia Castro de Escuadro), con Nemetobrica (camino de la Ponte Cabalar a Viana do Bolo, por Sobrado y Manzaneda, probable vía romana), con Foro (vía romana desde A Pobra remontando el Sil, que cruzaría por "A Pontóriga" de Sobradelo), y con Bergido (vías XVIII, XIX y XX).

Para rematar este capítulo y el presente resumen, y con la esperanza de que la arqueología pueda en el futuro confirmar nuestras sospechas, daremos, a título de tentativa, una propuesta de ubicación de las mansiones de nuestro tramo, que extendemos hasta Bergido por razones de ajuste. Para comparación, se reflejan las distancias reales medidas sobre la ruta (incluyendo el desvío a Salientibus) y las del Itinerario, según Cuntz:


Mansión Identificación Distancia parcial
real en millas
Distancia parcial
(Itinerario) en millas
Geminas Sandiás en la MP 68,33 en la MP 69
a Salientibus Xinzo da Costa 17,61 18
a Praesidio Vilamaior (iglesia) 18,22 18
a Nemetobrica "A Modorra" (Mendoia) 12,90 13
a Foro A Pobra de Valdeorras (*) 18,64 19
a Gemestario Portela de Aguiar 19,02 18
a Bergido Cacabelos 13,03 13
----- ----- ----- ---
a Asturica Astorga 50 50
Suma 217,75 218

(*) Si se sitúa esta mansión un poco más al Este (entre A Pobra y Veigamuiños), la coincidencia con el Itinerario es más precisa.

Como puede comprobarse, esta propuesta nuestra siempre tendrá a su favor la total concordancia entre el trazado de la vía, la existencia de restos, y el absoluto respeto a la letra del Itinerario.


Portada de TRAIANVS

[1] Así consta en varios miliarios conservados. Para todo lo relativo a la epigrafía, capítulo que por su extensión omitimos en el presente resumen, remitimos al lector a los trabajos al principio reseñados.

[2] Ibidem.

[3] BARROS SIBELO, Ramón: Antigüedades de Galicia. La Coruña, 1875.

[4] Véase MARGARY, Ivan D.: Roman roads in Britain. London, 1973, p. 21.

[5] DIEZ SANJURJO, Manuel: Los caminos antiguos y el Itinerario nº 18 de Antonio en la provincia de Orense. Bol. Com. Mon. Orense, tomos II y III, 1904-1906.

[6] A mediados del siglo XVIII todavía se conservaba la mayor parte del agger y su afirmado en el tramo hasta aquí descrito, como atestigua González de Ulloa. (Véase RODRÍGUEZ COLMENERO, Antonio: Don Pedro González de Ulloa, Abade de Santa Baia de Chamusiños, e os vestixios arqueolóxicos da Limia nos mediados do século XVIII. Lethes, nº 3. Xinzo de Limia, 2001.

[7] Sobre la minería antigua del Val do Medo, ver RIVAS QUINTAS, Eligio.: A Limia, Val da Antela e Val do Medo. Ourense, 1985, pag. 275 y siguientes. También: SAUNIER, L. Investigación histórica acerca de las antiguas explotaciones de oro en España. Bol. de la Com. de Monumentos de Orense, tomo IV, 1910-13; SANCHEZ-PALENCIA RAMOS, F. J. La explotación prerromana del oro del Noroeste de la Península Ibérica. Bol. Auriense, tomo XIII. Ourense, 1983, pag. 54.

[8] Término que tomamos de Barros Sivelo, obra cit.

[9] CRESPO, Servando: Los secretos de los montes. Trabajo inédito (Xestosa, Montederramo, 1962) al que tuvimos acceso por gentileza del desaparecido director del Museo Arq. Prov. de Ourense, D. Xesús Ferro Couselo.

[10] Documento de confirmación del Coto del Monasterio de Xunqueira de Espadanedo por parte de Alfonso IX, otorgado en Villafranca el 30 de abril del año 1227:.......inde per viam veterem que venit ad Portum de Cubas" (A.H.N. Clero Secular y Regular. Perg. Leg. 982. Vid. PARADELA, Pdre. BENITO. Monasterio de Junquera de Espadañedo. B.C.M. Orense. t. IX nº 192, año 1930, p. 65).

[11] PARADELA, C.M., Pdre. BENITO. Documentos del Monasterio de Montederramo. Escritura de fundación del monasterio (año 1124). B.C.M.Orense, t. IX. Años 1930 - 32, pp. 203 - 205; también SOUZA SOARES, TORQUATO DE. Documento de fundaçâo do Mosteiro de Montederramo. Revista Portuguesa de História. Tomo I. Coimbra, 1941, pp. 173 - 175.

[12] BARROS SIBELO, R. Obra cit., pag. 30; también DÍEZ SANJURJO, M. Los caminos antiguos y el itinerario Nº 18 de Antonino en la provincia de Orense. Bol. de la Com. Prov. de Monumentos de Orense. T. II (1904), pag. 369.

[13] Citadas en MADOZ, Pascual: Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Artículo. "Barrio (S. Juan)".

[14] SAAVEDRA, Eduardo: Discursos leidos ante la Real Academia de la Historia en la recepción pública de D. Eduardo Saavedra. Madrid, 1863. Apéndice tercero, pag. 96.

[15] Véanse p. ej. las citas recogidas por CAAMAÑO GESTO, José Manuel. Aportaciones al estudio de la vía 18: los Codos de Larouco y el puente romano sobre el río Bibei. Univ. de Valladolid, Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, 1979, pag. 204, nota 6); también, DATO MURUAIS, Filomena: Los Codos de Laroco. Impresiones de un viaje. El Heraldo Gallego, tomo V, Nº 7, nº 212, año 1877. Pag. 58-59. Tirso de Molina habla de los Codos de Larouco en Mari Hernández la Gallega; también Morales, el licenciado Molina y el Padre Feijóo los tenían por una de las maravillas de Galicia.

[16] ARCHIVO DE LA JEFATURA PROVINCIAL DE CARRETERAS. OURENSE. Proyecto de Carretera de 1er Orden de Ponferrada a Orense. 3ª Sección. Hoja Nº 18. (Perfiles transversales). Trozo 4º, 1861 (Legajo Nº 148).

[17] DÍEZ SANJURJO, Manuel. Obra cit., p. 272.

[18] En otra ocasión, J. C. Rivas ya había denunciado y rectificado el tradicional error que se venía dando en relación con la divisoria entre los Tiburi y los Geurres, cuya frontera no estaba en el Bibei sino, como bien se dice en el falso documento de fundación del monasterio de Montederramo, fechado en el año 1124,: ...usque ad rivulum Spaliosum qui currit inter Tibris et Geurres...". Ese Spaliosum es el actual río Raspalloso, también mal denominado en los planos oficiales como Regueiro de San Martiño. (Vid. RIVAS FERNÁNDEZ, Juan Carlos. Una frontera protohistórica: el Raspalloso. "Faro de Vigo" Edic. Ourense, 4/9/1994).

[19] FERREIRA PRIEGUE, Elisa. Los caminos medievales de Galicia. Boletín Auriense. Anexo 9, 1988, pag. 219, nota 605.

[20] ALVARADO BLANCO, Segundo: El puente romano - medieval de A Cigarrosa (Ourense): Una interpretación constructiva. Bol. Auriense. Tomo XXV. Año 1997.

[21] CUNTZ, Otto. Itineraria romana, Berlín, 1929; también consultamos la obra de WESSELING (PETRO WESSELINGIO. Vetera Romanorum Itineraria, sive Antonini Augusti Itinerarium, cum Itinerarium Hierosolymitanum; et Hieroclis Grammatici Synecdemus. Amstelaedami, apud J. Wetstenium & G. Smith. MDCCXXXV), que en lo que respecta a nuestra vía son las paginas 428 - 429.

[22] ARIAS BONET, Gonzalo. Rev. El Miliario Extravagante. Primera época. Nº 2. París, sept. 1963.

[23] ROLDÁN HERVAS, José Manuel. Itineraria Hispana. Fuentes antiguas para el estudio de las vías romanas en la Península Ibérica. Anejo Hispania Antiqua. Univ. Valladolid / Granada, 1975. También: ARIAS BONET, Gonzalo: Repertorio de caminos de la Hispania romana. 1987.

[24] Véase RIVAS FERNÁNDEZ, Juan Carlos: O Foro dos Límicos, Xinzo, epicentro de camiños en época romana. Lethes (Cadernos culturais do Limia), nº 2. Xinzo da Limia, octubre, 2000.

[25] DENIS VAN BERCHEM, en El Miliario Extravagante, nº 15, pag. 17.



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